Proyecto Living Lab impulsa soluciones innovadoras y replicables para reducir el impacto ambiental de las edificaciones
Las Islas Galápagos, reconocidas como laboratorio natural de la evolución, ahora se han convertido en un modelo de innovación sostenible en el sector de la construcción. Gracias al proyecto Living Lab de Edificación Sostenible, impulsado por el Consejo de Gobierno del Archipiélago, Galápagos lidera la transformación hacia una construcción más amigable con el ambiente, con soluciones que pueden replicarse en otros contextos del país.
Franco Moreno, Director de Comunicaciones del proyecto Living Lab de Edificación Sostenible, explica que esta iniciativa surge de la necesidad de abordar los desafíos ambientales, sociales y económicos que enfrenta el sector de la construcción en Galápagos.
“En las islas, el 79% de la electricidad se genera a partir de diésel importado, lo que genera un impacto significativo. Además, la demanda energética ha crecido un 7.2% anual. Por eso, buscamos implementar soluciones que hagan de la construcción un proceso más sostenible”, señala Moreno.
Una de las estrategias clave del proyecto ha sido la creación de tres “laboratorios vivientes” o “living labs” en diferentes tipologías de edificaciones: una escuela pública, una vivienda residencial y una edificación turística. Estos espacios han permitido probar y validar soluciones innovadoras adaptadas al contexto insular.
“En la escuela Galo Plaza, por ejemplo, un simple cambio en el techado y la apertura de ventanas mejoró notablemente el confort térmico de los estudiantes, reduciendo hasta 5 grados la sensación de calor. Esto demuestra que pequeños ajustes pueden generar grandes beneficios”, comenta el experto.
Pero el proyecto no se ha limitado solo a las intervenciones físicas. Moreno destaca que han trabajado también en el fortalecimiento de capacidades de todos los actores involucrados en la construcción, desde arquitectos hasta maestros de obra, para que adopten prácticas más sostenibles.
Adicionalmente, se han propuesto incentivos y ordenanzas municipales que buscan facilitar la transición hacia una construcción más amigable con el ambiente. “Queremos que las personas vean que la construcción sostenible no solo es beneficiosa para el medio ambiente, sino que a largo plazo también representa un ahorro en costos”, enfatiza el comunicador.
Según Moreno, el éxito del proyecto radica en su enfoque integral y en la articulación interinstitucional que han logrado con entidades como la Agencia Francesa de Desarrollo, la Fundación Futuro Latinoamericano y el Consejo de Gobierno de Galápagos.
“Nuestro objetivo es que este modelo pueda replicarse en otras islas y contextos similares, tanto en Ecuador como en la región. Galápagos se ha convertido en un faro de innovación que ilumina el camino hacia una construcción más sostenible”, concluye Franco Moreno.
Fuente: Portadas | prensa.ec
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