Comienza la Revolución Rusa, la lucha entre los bolcheviques insurrectos y las tropas zaristas se extiende

En 1917, una oleada de protestas, agotamiento por la Primera Guerra Mundial y represión zarista llevaron al colapso del régimen imperial en Rusia. La Revolución Rusa constó de dos etapas clave: la revolución de febrero y la revolución de octubre, marcando un cambio radical en el poder y la política del país.

Comienza la Revolución Rusa, la lucha entre los bolcheviques insurrectos y las tropas zaristas se extiende

La Revolución Rusa se forjó en medio del desgaste de la Primera Guerra Mundial, el hambre y la represión del régimen zarista. Entre las causas se incluyen el régimen autoritario del zar, la participación forzada de Rusia en la guerra, y los desastrosos costos económicos que sumieron al pueblo en la pobreza extrema. Además, divisiones internas entre la nobleza y la influencia de Grigori Rasputín en la corte zarista intensificaron la agitación.

La revolución comenzó con huelgas y manifestaciones en Petrogrado que se propagaron por todo el país. El 2 de marzo de 1917, el zar Nicolás II abdicó, poniendo fin a la dinastía Romanov y al régimen imperial.

Unos meses después, en un cambio súbito de poder, los bolcheviques, liderados por Vladimir Lenin, tomaron el control en la Revolución de octubre. Esta revolución marcó el inicio de una nueva era en Rusia.

La Revolución Rusa tuvo un profundo impacto. El régimen zarista fue reemplazado por un gobierno provisional moderado en febrero de 1917 y, desde octubre, por un gobierno bolchevique bajo el liderazgo de Lenin. La guerra civil rusa entre los bolcheviques y los sectores nacionalistas y pro monárquicos, conocidos como el Ejército Blanco, se libró entre 1917 y 1923.

Fuente: RLL / Prensa.ec

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