Tras el aval de la Corte Constitucional, el CNE oficializó el proceso electoral que culminará con la votación el 16 de noviembre de 2025.

El presidente Daniel Noboa logró superar el último obstáculo legal para su propuesta de reforma constitucional: el 24 de septiembre de 2025, la Corte Constitucional emitió un dictamen favorable que avala la convocatoria a una consulta popular para instalar una Asamblea Constituyente, y al día siguiente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) inició formalmente el proceso electoral, fijando la votación para el 16 de noviembre. Este hito marca un punto de inflexión en la agenda política del gobierno ecuatoriano y desata un intenso debate nacional sobre el futuro institucional del país.
Aval judicial tras ajustes del Ejecutivo
La Corte Constitucional había suspendido inicialmente un decreto presidencial por considerar que no cumplía con los requisitos formales. Sin embargo, tras una subsanación de observaciones y ajustes al estatuto presentado por Noboa, el máximo intérprete de la Carta Magna emitió un dictamen favorable el 24 de septiembre . Este paso era crucial, ya que sin la autorización de la Corte, el CNE no podía proceder a organizar la consulta. La decisión judicial allana el camino para que los ciudadanos decidan si respaldan la convocatoria a una asamblea que tendría el poder de redactar una nueva Constitución.

El CNE activa la maquinaria electoral
Al día siguiente del fallo de la Corte, el 25 de septiembre, el Pleno del Consejo Nacional Electoral sesionó de manera virtual y aprobó de forma unánime el inicio del proceso electoral para la consulta popular . De inmediato, el organismo electoral oficializó el calendario y el presupuesto para la votación, confirmando que el país acudirá a las urnas el domingo 16 de noviembre de 2025 . Con esta decisión, se inicia formalmente el periodo de campaña, en el que los sectores del “Sí” y del “No” deberán presentar sus argumentos a la ciudadanía.
La pregunta central y el contexto político
La consulta popular se centrará en una pregunta clave: si los ecuatorianos aprueban la convocatoria e instalación de una Asamblea Constituyente. Esta iniciativa forma parte de la estrategia política del presidente Noboa, quien ha insistido en la necesidad de una reforma profunda del Estado para abordar la crisis de seguridad y gobernabilidad que enfrenta el país . En los últimos doce meses, Noboa ha enviado un total de 15 preguntas a la Corte Constitucional para distintos referendos, aunque la de la Asamblea Constituyente es la más trascendental .
La consulta popular del 16 de noviembre se perfila como uno de los eventos políticos más relevantes del año en América Latina. Más allá de la pregunta específica, la votación será un referéndum sobre la gestión del presidente Noboa y un termómetro de la estabilidad democrática de Ecuador. La ciudadanía tiene ahora la palabra para decidir si el país emprende un camino de refundación institucional o mantiene el orden constitucional vigente.
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