El presidente ruso, Vladimir Putin, fue proclamado ayer candidato independiente para las elecciones presidenciales de marzo de 2024 en medio de rumores sobre posible manipulación y falta de transparencia en el proceso.
Según el Consejo Central Electoral, Putin reunió 500 mil firmas de ciudadanos rusos para registrar su candidatura, el mínimo requerido por ley. Sin embargo, expertos señalan inconsistencias y posibles irregularidades en la recolección de firmas.
“Hay indicios de que muchas de las firmas podrían ser fraudulentas o haberse obtenido mediante presión a empleados estatales”, afirma Ivan Sokolov, analista político ruso. “Es necesario investigar a fondo el proceso para garantizar su legitimidad”.
De ser elegido, Putin extendería a 35 años su mandato al frente del Kremlin. El actual presidente lleva en el poder desde 1999, alternando entre el cargo de primer ministro y presidente para eludir los límites constitucionales al número de mandatos consecutivos.
Según las más recientes encuestas, Putin tiene casi 70% de intención de voto, muy por delante de cualquiera de sus posibles contrincantes. Esto se debe en parte a la falta de acceso a los medios y persecución de la oposición en Rusia.
“Putin tiene el camino allanado para una nueva reelección gracias al férreo control que ejerce sobre las instituciones rusas y por haber anulado virtualmente a cualquier rival político mediante tácticas autoritarias”, explica Sokolov.
El anuncio de la postulación de Putin ocurre en momentos en que Rusia enfrenta un creciente aislamiento internacional debido a la invasión a Ucrania. A nivel interno, la economía del país atraviesa una fuerte crisis derivada de las sanciones y la caída de los precios energéticos.
Sin embargo, expertos coinciden en que esta situación paradójicamente beneficia las aspiraciones de Putin, pues muchos rusos ven en su liderazgo un elemento de estabilidad ante la incertidumbre.
“En épocas de zozobra, la población tiende a volcarse hacia los líderes fuertes y de mano dura, reforzando su poder”, explica Olga Safronova, analista del Centro Ruso de Estudios Políticos.
De esta forma, Putin se encamina a obtener su quinto mandato presidencial en Rusia en medio de denuncias sobre el carácter antidemocrático del proceso y el evidente desequilibrio de condiciones respecto a cualquier posible contrincante. Queda por ver si la comunidad internacional validará unos comicios que están lejos de cumplir con los estándares mínimos de transparencia.
Fuente: prensa.ec
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