La Vicepresidenta dice que asumirá el mando constitucional mientras Daniel Noboa inicia su campaña electoral, en un contexto de expectativas y desafíos para la gobernabilidad del país.
En un video transmitido a través de sus redes sociales, la Vicepresidenta Verónica Abad confirmó que asumirá la Presidencia de Ecuador a partir del 5 de enero de 2025, mientras el Presidente Daniel Noboa se enfoca en su campaña electoral. Este cambio, amparado en la Constitución, plantea interrogantes sobre la estabilidad política y la continuidad de las políticas gubernamentales.

El 5 de enero de 2025 marca un hito en la historia política reciente de Ecuador. Verónica Abad, Vicepresidenta de la República, anunció que asumirá la Presidencia Constitucional mientras Daniel Noboa, actual mandatario, se dedica a su campaña para las elecciones de febrero. Este movimiento, aunque previsto en la ley, genera un escenario de transición que podría definir el rumbo del país en los próximos meses.
En su mensaje, Abad enfatizó que no será necesario un nuevo acto de posesión, ya que fue juramentada junto a Noboa en 2024. “Fuimos posesionados ante nuestros electores y el país entero. La Constitución es clara y no hay lugar para confusiones”, declaró. Además, hizo un llamado a las Fuerzas Armadas, al Consejo Nacional Electoral (CNE) y a la comunidad internacional para garantizar la estabilidad democrática y evitar cualquier intento de interferencia en el proceso electoral.
La Vicepresidenta prometió un gobierno de “paz, serenidad y respeto a la institucionalidad”, asegurando que no habrá aumentos de impuestos, incrementos en el precio de los combustibles ni mal uso de los recursos públicos. Sin embargo, este discurso contrasta con las tensiones políticas que han caracterizado al país en los últimos años, donde los cambios de liderazgo han estado acompañados de crisis y polarización.

Uno de los puntos clave de su anuncio fue la convocatoria a una reunión con la cúpula militar para el 5 de enero, con el objetivo de establecer una agenda de trabajo y evitar un vacío de poder. Este gesto busca reforzar su autoridad y garantizar el respaldo de las instituciones en un momento crítico.
El ascenso de Verónica Abad a la Presidencia representa un desafío para la estabilidad política de Ecuador. Mientras el país se prepara para las elecciones de febrero, su capacidad para mantener la gobernabilidad y cumplir sus promesas será clave. ¿Está Ecuador preparado para una transición sin sobresaltos, o este cambio marcará el inicio de un nuevo capítulo de incertidumbre?
Fuente: prensa.ec



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