La opositora venezolana emprendió un peligroso viaje por tierra, mar y aire con ayuda de Estados Unidos, mientras su hija recibía el galardón en Oslo

La líder opositora venezolana María Corina Machado, recientemente galardonada con el Premio Nobel de la Paz, logró escapar de Venezuela en una operación secreta y arriesgada que incluyó un viaje en lancha de pesca hasta la isla caribeña de Curazao y posterior traslado en avión privado a Oslo, donde su hija Ana Corina Sosa aceptó el premio en su nombre, según reveló el Wall Street Journal.
La ruta de escape
Según el detallado reporte del Wall Street Journal publicado el 11 de diciembre de 2025, Machado inició su huida el lunes anterior a la ceremonia del Nobel. La opositora, quien llevaba aproximadamente un año escondida en un suburbio de Caracas, salió disfrazada con una peluca para evitar ser reconocida por las fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro.
El viaje continuó por carretera hasta la costa venezolana, donde embarcó en una lancha de pesca de madera que la transportó los 65 kilómetros que separan Venezuela de Curazao. Durante este tramo marítimo, aviones de combate F-18 estadounidenses sobrevolaron la zona como medida de protección, según fuentes consultadas por el diario estadounidense.
Al día siguiente, un avión privado la recogió en la isla holandesa y la trasladó primero a Estados Unidos y posteriormente a Oslo, Noruega. Machado no pudo llegar a tiempo para la ceremonia oficial de entrega del premio, pero su hija Ana Corina Sosa aceptó el galardón en su nombre, leyendo un discurso preparado por la líder opositora.
Un premio para Venezuela
En su mensaje grabado para la ceremonia, Machado expresó: “En nombre del pueblo venezolano, quiero agradecer al Comité Noruego del Nobel por este inmenso reconocimiento a la lucha de nuestro pueblo por la democracia y la libertad. Me siento muy emocionada y honrada, y lamento profundamente no poder estar presente en persona”.
Durante la ceremonia, Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, emitió un mensaje directo al presidente venezolano: “Señor Maduro, acepte los resultados de las elecciones y renuncie a su cargo. El poder no es permanente. La violencia no prevalecerá ante personas que se levantan y resisten”.
La hija de Machado, al recibir el premio, pronunció un emotivo discurso donde afirmó: “La paz es, en última instancia, un acto de amor. Este amor ya ha puesto en marcha nuestro futuro. Venezuela respirará nuevamente. Abriremos las puertas de las prisiones y veremos cómo miles de personas injustamente detenidas salen a la cálida luz del sol”.



Reacciones internacionales
La huida de Machado y la entrega del Nobel han generado múltiples reacciones internacionales. El expresidente estadounidense Donald Trump, en una entrevista reciente, afirmó que “los días de Maduro están contados”, sin especificar las acciones concretas que podría tomar su administración.
Por su parte, el mandatario venezolano intentó minimizar la importancia del galardón, agradeciendo públicamente a manifestantes que, según él, protestaron en Oslo contra la entrega del premio. “Quiero agradecer al pueblo de Oslo y Noruega que se lanzó a las calles para pedir paz para Venezuela”, declaró Maduro, quien también mencionó carteles con leyendas como “No a la guerra por petróleo” y “No sangre por petróleo”.
El significado político
Analistas políticos coinciden en que el escape de Machado representa un importante golpe simbólico al régimen venezolano. “Nunca Venezuela estuvo tan cerca de desequilibrar el régimen de Maduro”, afirmó Desiree Olaves, dirigente de Vente Venezuela, en declaraciones citadas por fuentes informativas.
El detallado reporte del Wall Street Journal ha revelado aspectos desconocidos de la operación de escape, incluyendo que Machado se mantuvo oculta en Venezuela durante aproximadamente un año, trasladándose entre distintas residencias seguras. Su determinación por asistir a Oslo, a pesar de los riesgos, refleja su compromiso con la causa opositora.
Machado ha declarado públicamente su intención de regresar a Venezuela a pesar de las dificultades que enfrentó para salir del país y los meses que permaneció en la clandestinidad para evitar ser arrestada por el gobierno de Maduro.

Un contexto de presión internacional
El escape de Machado ocurre en un contexto de creciente presión internacional sobre el régimen venezolano. Fuentes consultadas por el Wall Street Journal señalan que la operación contó con el respaldo de aliados internacionales, incluyendo el sobrevuelo de aeronaves militares estadounidenses en el Caribe.
La entrega del Premio Nobel de la Paz a Machado ha sido interpretada como un reconocimiento internacional a la lucha por la democracia en Venezuela y un llamado a la comunidad global para que mantenga su atención en la crisis política y humanitaria que enfrenta el país sudamericano.






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