Milei: “Estoy convencido de que mi gobierno es el mejor de la historia”

El presidente argentino defiende sus reformas económicas, posición sobre Malvinas y alianzas con potencias occidentales en entrevista exclusiva

Milei: "Estoy convencido de que mi gobierno es el mejor de la historia"

El presidente argentino Javier Milei concedió una entrevista exclusiva a The Telegraph UK, desde su oficina en la Casa Rosada de Buenos Aires, donde defendió los logros de su administración tras dos años de implementar políticas de “shock therapy” que, según asegura, han estabilizado una economía que durante décadas sufrió de hiperinflación crónica y déficit fiscal permanente. En una publicación recogida por Louis Emanuel, Foreign Editor, en Buenos Aires. 29 de diciembre de 2025

Reformas económicas y resultados

La oficina presidencial mantiene una temperatura helada y las cortinas cerradas, donde brilla bajo luces tenues una cadena de oro en forma de motosierra, símbolo de su promesa de reducir el tamaño del Estado. Milei, de 55 años, vestido con un abrigo grueso bajo su traje por problemas de salud, se muestra convencido de los resultados obtenidos.

“Estoy cada vez más convencido de que somos el mejor gobierno en la historia de Argentina”, afirma con solemnidad. Sus cifras respaldan parte de su discurso: la inflación bajó del 25% hace dos años al 2.5% en noviembre de 2025; terminaron con 123 años de déficit fiscal consecutivo; recortaron el gasto público en un 30% y redujeron a la mitad el número de ministerios.

Sin embargo, este éxito económico tiene un costo social. Cientos de miles de argentinos perdieron sus empleos por la reducción del Estado. Pequeños negocios cerraron ante la eliminación de subsidios y la competencia de importaciones baratas. Las protestas iniciales de su mandato fueron reprimidas, en ocasiones con gases lacrimógenos contra trabajadores y jubilados.

Su estilo de gobierno, que describe como “horizontal”, consiste en establecer objetivos claros para sus ministros: convertir a Argentina en “el país más libre del mundo”. Incluso rifaba su salario mensualmente entre ciudadanos, práctica que resume con una frase característica: “Nadie está tras el poder o el oro. Todos estamos aquí por el bronce”.

Alianzas estratégicas y visión geopolítica

La relación con Donald Trump se ha convertido en un pilar de su política exterior. Milei rechaza las críticas de que el acuerdo de intercambio monetario de $20,000 millones del mandatario estadounidense salvó su economía, pero no oculta su admiración: “Admiro profundamente a Trump, quien ha logrado terminar nueve guerras en el mundo. Es alguien muy claro en que el enemigo es el socialismo”.

Esta alianza permitió a Argentina reorientar su política exterior hacia Occidente, alejándose de las relaciones previas con Rusia e Irán. “La discusión hoy no es sobre globalización, sino geopolítica”, explica Milei. “Existe un bloque de China y sus satélites, otro de Rusia y sus satélites, y otro de Estados Unidos que busca que todo el continente americano sea su área de influencia”.

Esta visión, cercana a la nueva doctrina Monroe impulsada por la administración Trump, incluye su apoyo a posibles ataques estadounidenses contra Venezuela. “Maduro ha usado recursos estatales para infectar el continente con comunismo. El mundo sería mejor sin el comunismo venezolano y, fundamentalmente, sin la versión cubana”, afirma con vehemencia.

Malvinas y la apertura hacia el Reino Unido

En un giro significativo respecto a sus predecesores, Milei confirmó que Argentina inició conversaciones directas para levantar la prohibición de ventas de armas impuesta tras la guerra de las Malvinas de 1982. Esta medida busca modernizar las fuerzas armadas argentinas, limitadas durante décadas por restricciones occidentales.

Respecto a las islas, mantiene la reivindicación soberana pero con un enfoque pragmático: “Las Malvinas deben regresar a Argentina solo mediante negociación y cuando los isleños lo deseen”. Ante la sugerencia de que su política equivale a abandonar la causa, su tono se endurece: “Nunca renunciaremos a nuestra reivindicación soberana sobre las Malvinas. Es no negociable”.

Reveló además que en 2026 realizará la primera visita de un presidente argentino al Reino Unido desde 1998. Esta aproximación responde tanto a intereses políticos como personales: Milei es un reconocido anglofilo con un libro sobre Mick Jagger en su oficina junto a la constitución argentina. “Imaginen si tuviera que privarme del placer de escuchar a los Beatles y los Rolling Stones. Sería un deterioro significativo en mi vida”, comenta entre risas.

El economista que soñaba ser rockstar

Su admiración por el Reino Unido va más allá de la política. Expresa entusiasmo por su próxima visita (abril-mayo de 2026) y confirma que se reunirá con el primer ministro británico Keir Starmer. Pero cuando se le pregunta sobre Nigel Farage, su respuesta es contundente: “¡¡¡ABSOLUTAMENTE!!!” (traducido como “abso-malditamente-lutamente”).

Valora especialmente el liderazgo de Farage en el Brexit: “Es una visión muy interesante de la que se puede aprender mucho”. Su aliado más cercano a nivel internacional, sin embargo, es la primera ministra italiana Giorgia Meloni, con quien ha conseguido “traducir” su buena relación en miles de millones de dólares en inversiones italianas.

Detrás del político pulcro está el fanático de rock que en su juventud lideró una banda tributo de los Rolling Stones. “Ya no quería ensuciar la música que hicieron Jagger y Richards”, explica sobre su retiro de los escenarios. Ahora con 16 horas diarias de trabajo, apenas tiene tiempo para escuchar música, aunque regresó a los Stones tras abandonar la ópera, otro de sus amores musicales.

Confiesa que la sensación de cantar frente a una multitud se parece a estar en un mitin político, aunque ahora atrae a más personas con sus discursos económicos que con sus versiones de “Rip This Joint”. “En un mitin miré al público y dije: nunca imaginé que explicaría el tema del anclaje nominal [herramienta de política monetaria] a 20,000 personas”, recuerda. “Me encanta esa idea. No pude llenar estadios como músico, pero sí como político”.

La soledad del poder y desafíos internos

Milei es optimista sobre su reelección en 2027, a pesar de que su popularidad ronda el 47%. Rechaza la idea de que Trump lo salvó de una derrota en las elecciones intermedias de octubre: “La victoria fue contundente, y todo esto a pesar de que mi cara no estaba en las boletas”.

Su vida personal refleja la intensidad de su trabajo. Soltero y sin tiempo libre, admite que tras sus largas jornadas “no hablo con nadie”. Sus momentos de ocio los dedica a sus perros mastines ingleses (llamados principalmente como sus economistas favoritos, incluido Milton Friedman), ver películas o reflexionar durante el Shabat. Comenzó a convertirse al judaísmo, pero el trabajo lo ha impedido.

Un tema delicado es su hermana Karina, su jefa de gabinete y confidente cercana, cuya popularidad ha caído al 20% por acusaciones de corrupción en un caso de desvío de fondos para discapacitados. Rumores sobre sus aspiraciones presidenciales y un posible acuerdo para que Javier sea su vicepresidente añaden tensión. “Mi hermana tiene sus tareas y yo las mías. Ha hecho un trabajo excepcional y fue la arquitecta de nuestra victoria en octubre. El problema de que el establishment no la entienda es de ellos, no de mi hermana”, responde con cuidado.

Milei: "Estoy convencido de que mi gobierno es el mejor de la historia"

Argentina en transición

En las calles de Buenos Aires, la evaluación de su gobierno es mixta. En Villa 31, un barrio marginal donde el mercado negro prospera, jóvenes ven en Milei una oportunidad para escapar de la pobreza. Conductores de aplicaciones digitales apoyan sus reformas de libre mercado. Pero otros, como Juan Martín Fernández d’Oliveira, gerente de una pequeña fábrica de colchones, temen quedarse sin empleo por la competencia china.

“No tengo respuestas aún sobre cómo confrontar al ‘mileísmo'”, admite Juan Grabois, abogado y nuevo diputado de oposición. “Es honesto, hace lo que dice”, reconoce un político que debatió seis horas con el presidente.

Christopher Sabatini, experto en América Latina del think tank Chatham House, señala: “Ha demostrado ser un negociador mucho mejor de lo que se esperaba por sus payasadas durante la campaña”.

Bajo las luces tenues de su oficina, Milei continúa su programa de transformación. Mientras las embajadas argentinas en el mundo recortan sus presupuestos, su mensaje final es optimista: “Creo que la percepción es que Argentina será grande nuevamente. Hemos decidido poner fin a la noche populista y abrazar nuevamente las ideas de libertad. Por lo tanto, Argentina recuperará el rol central que nunca debió perder”

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