Plataformas digitales fortalecen su compromiso contra el discurso de odio en la UE ante nuevas presiones políticas

X, Facebook y otras gigantes tecnológicas refuerzan su código de conducta en medio de tensiones con la administración Trump y la normativa digital de la UE.

Las principales plataformas de redes sociales, incluidas X y Facebook, han adoptado un compromiso renovado para combatir el discurso de odio en la Unión Europea. Esta medida llega mientras el bloque europeo enfrenta desafíos políticos y legales, especialmente tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

Plataformas digitales fortalecen su compromiso contra el discurso de odio en la UE ante nuevas presiones políticas
Nic

La Unión Europea anunció esta semana que X (antes Twitter), Facebook, Instagram, TikTok y otras plataformas tecnológicas han fortalecido su código de conducta para combatir el discurso de odio en línea. Esta actualización busca garantizar una revisión más ágil y efectiva de contenido denunciado como ilegal, marcando un paso hacia la integración de estos compromisos en el Reglamento de Servicios Digitales (DSA), una normativa pionera en la regulación del entorno digital.

“En Europa no hay lugar para el odio ilegal, ni fuera ni dentro de internet”, afirmó Henna Virkkunen, vicepresidenta de la Comisión Europea para la soberanía tecnológica. Las plataformas se han comprometido a revisar al menos dos tercios de los contenidos problemáticos denunciados dentro de las primeras 24 horas, además de implementar herramientas automáticas para detectar discurso de odio.

La normativa europea enfrenta un escrutinio renovado tras la reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Trump y sus aliados, incluido Elon Musk, dueño de X, han acusado a la UE de censura. Mark Zuckerberg, CEO de Meta, también se unió a estas críticas, argumentando que las regulaciones limitan la libertad de expresión.

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No obstante, para la UE, la colaboración entre plataformas y gobiernos es esencial para mantener un espacio digital seguro y democrático. Bajo las reglas actuales, la incitación al odio, basada en raza, religión, orientación sexual o discapacidad, es ilegal, y los estados miembros pueden ampliar estas categorías.

Aunque el código renovado es voluntario, la UE ha integrado algunos de sus principios en el DSA, facilitando el monitoreo de su cumplimiento. La normativa obliga a las plataformas a establecer sistemas efectivos para reportar y eliminar contenido ilegal, garantizando transparencia en sus procesos.

Entre las nuevas promesas destaca la colaboración con expertos independientes y mayor claridad sobre los esfuerzos para reducir la prevalencia del discurso de odio. Sin embargo, los críticos advierten que las plataformas podrían enfrentar desafíos para equilibrar la moderación de contenido con la protección de la libertad de expresión.

El discurso de odio en internet no es un problema exclusivo de Europa. Las tensiones políticas y los intereses corporativos complican la implementación de regulaciones efectivas. Ante este panorama, surge la pregunta: ¿cómo pueden los gobiernos y las empresas tecnológicas garantizar un equilibrio entre la libertad de expresión y la seguridad en línea?

Fuente: prensa.ec

Virtono

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