Con el 91.55% de las actas escrutadas, Daniel Noboa obtiene el 44.32% de los votos y Luisa González el 43.83%. La polarización define el camino hacia el balotaje del 13 de abril de 2025.
El escrutinio oficial del Consejo Nacional Electoral (CNE) confirma lo que muchos anticipaban: Ecuador tendrá segunda vuelta. Daniel Noboa, del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), y Luisa González, de Revolución Ciudadana, se enfrentarán el 13 de abril en una contienda que refleja la profunda división política del país. Con un 44.32% frente a un 43.83% de los votos válidos, ambos candidatos deberán redefinir estrategias para conquistar a un electorado que busca respuestas ante la crisis económica, la inseguridad y la polarización.

El domingo 9 de febrero de 2025 quedará marcado en la historia política de Ecuador como un día de alta participación ciudadana y resultados ajustados. Más de 13.7 millones de ecuatorianos acudieron a las urnas, con una participación del 83.3%, según datos del CNE. Sin embargo, la elección no tuvo un ganador claro. Con el 91.55% de las actas escrutadas hasta el cierre de esta edición, Daniel Noboa obtuvo el 44.32% de los votos válidos, mientras que Luisa González alcanzó el 43.83%, una diferencia mínima que obliga a un balotaje el próximo 13 de abril.
La distribución geográfica de los votos revela una polarización regional. Noboa dominó en provincias de la Sierra como Pichincha, Tungurahua, Chimborazo, Azuay, Cañar, Carchi y Loja, donde su mensaje de reactivación económica y seguridad resonó con fuerza. Por su parte, González consolidó su apoyo en la Costa, especialmente en Manabí, Guayas, Esmeraldas, Los Ríos y Santa Elena, regiones donde el discurso de justicia social y continuidad del correísmo encontró eco.
En su sede de campaña, Luisa González se dirigió a sus simatizantes y ciudadanía con un mensaje cargado de emotividad y crítica al gobierno actual. “Daniel Noboa representa el miedo; nosotros representamos la esperanza”, afirmó. González destacó el crecimiento de su movimiento, rompiendo récords históricos de votación para Revolución Ciudadana en la última década. Además, hizo un llamado a la unidad, invitando a otros candidatos como Leonidas Iza (Pachakutik) a sumarse a una agenda común que priorice la paz, la justicia social y el desarrollo.

González no solo criticó la gestión de Noboa, sino que también enfatizó los problemas estructurales del país: la violencia, la falta de empleo, el abandono de los servicios públicos y la migración. “Este enero fue el más violento de la historia de Ecuador”, recordó, refiriéndose a las cifras récord de homicidios. Su discurso apeló a la empatía y a la necesidad de un cambio profundo, posicionándose como la alternativa para quienes buscan un futuro más seguro y equitativo.
Por su parte, Daniel Noboa, quien buscaba la reelección, enfrenta el desafío de mantener su ventaja mínima y convencer a los votantes indecisos. Su campaña se centró en la seguridad ciudadana y la reactivación económica, temas que resonaron en la Sierra pero no lograron consolidar una victoria en primera vuelta. Ahora, Noboa deberá ampliar su base electoral, especialmente en la Costa, donde González demostró ser una fuerza imparable.
La segunda vuelta estará marcada por la lucha por el voto de quienes optaron por candidatos como Andrea González Náder (Sociedad Patriótica) y Leonidas Iza (Pachakutik), quienes en conjunto sumaron más del 7% de los votos. Estos electores, descontentos con las opciones principales, podrían inclinar la balanza en abril. Ambos candidatos tendrán que ajustar sus mensajes para atraer a estos sectores, ofreciendo propuestas concretas que aborden sus preocupaciones.
El escrutinio del 9 de febrero no solo definió a los dos candidatos que competirán en abril, sino que también evidenció la profunda división que atraviesa Ecuador. La polarización entre Sierra y Costa, entre esperanza y miedo, entre continuidad y cambio, refleja un país en busca de respuestas. La pregunta que queda en el aire es: ¿Podrán Noboa y González construir puentes para unir a un Ecuador fracturado, o la polarización seguirá definiendo el futuro del país?






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