El legado del escritor peruano que transformó la narrativa latinoamericana
Mario Vargas Llosa, el Premio Nobel de Literatura 2010, falleció este domingo a los 89 años en Lima, Perú. A lo largo de su vida, Vargas Llosa no solo dejó una huella indelible en la literatura mundial, sino que también compartió su pasión y su lucha por la libertad de expresión. En una entrevista con EL PAÍS en 2022, el autor de “La ciudad y los perros” ofreció un vistazo íntimo a los inicios de su amor por las letras y cómo superó las adversidades para convertirse en uno de los escritores más influyentes del siglo XX.

Mario Vargas Llosa siempre se cuestionó si tenía sentido ser escritor en un país como el Perú, donde la vida intelectual era escasa y las oportunidades limitadas. “En esa época, no había editoriales y muy pocas librerías”, recordaba en una entrevista. Sin embargo, su padre, horrorizado por su vocación literaria, lo envió al colegio militar Leoncio Prado, pensando que los militares y la literatura eran incompatibles. Curiosamente, fue en ese colegio donde Vargas Llosa comenzó a desarrollar su talento. “Muchos compañeros me contrataban para responder cartas de amor, y yo me convertí en cierta forma en un escritor”, contaba con humor.
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Vargas Llosa llegó a España con una beca para hacer su doctorado, pero pronto se mudó a París, donde encontró un trabajo que le permitía dedicarse a la escritura. “Estuve muchos años en París, y luego en Inglaterra, donde enseñé en las universidades de Londres y Queen Mary College”, explicaba. Fue en Europa donde Vargas Llosa encontró el apoyo y la inspiración necesaria para consolidar su carrera literaria.
Un momento crucial en la vida de Vargas Llosa fue su encuentro con la escritora española Carmen Balsells, quien lo convenció de renunciar a su trabajo en la universidad y mudarse a Barcelona. “Ella me dijo: ‘Renuncias hoy mismo a la universidad y te vienes a vivir a Barcelona'”, recordaba. Vargas Llosa pasó cinco años en la ciudad, donde se produjo un reencuentro entre escritores españoles y latinoamericanos, que habían estado distanciados durante décadas debido a la ideología política.

El éxito de Vargas Llosa no solo se reflejó en sus libros, sino también en el reconocimiento internacional que recibió. “Mi madre me contó que un día, mientras ojeaba The Times, se encontró con mi foto y se llevó una gran sorpresa”, decía. Su padre, que siempre había considerado la escritura como una actividad “medio rara”, quedó impresionado al ver que su hijo había alcanzado el éxito en una revista que él consideraba el máximo exponente de la cultura norteamericana.
El legado de Mario Vargas Llosa trasciende la literatura. Su defensa de la libertad de expresión y su crítica a las dictaduras y la censura lo convirtieron en un icono no solo para los escritores, sino para todos aquellos que luchan por la democracia y los derechos humanos. La obra de Vargas Llosa es un testimonio de la lucha por la libertad y la justicia en América Latina. Su muerte deja un vacío, pero su legado seguirá inspirando a generaciones futuras.
La vida y la obra de Mario Vargas Llosa son un testimonio de la resiliencia y la pasión por la literatura. Pero, ¿qué impacto tendrá su legado en la literatura y la sociedad latinoamericana? ¿Cómo seguirá inspirando a los escritores y activistas de hoy y del mañana? La respuesta a estas preguntas definirá el futuro de una región que tanto ha luchado por la libertad y la justicia. ¿Qué opinas sobre el legado de Vargas Llosa? Comparte tus pensamientos y reflexiones en los comentarios.

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