Los Guardianes de la Biodiversidad: Un Viaje al Núcleo de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard

En el corazón del Ártico, en la remota isla de Spitsbergen, Noruega, se encuentra un tesoro invaluable para el futuro de la humanidad: la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Este depósito subterráneo alberga más de un millón de muestras de semillas de cultivos de todo el mundo, con la misión de preservar la biodiversidad terrestre. Esta instalación es una salvaguardia esencial para las especies vegetales que podrían perderse en caso de catástrofes naturales o humanitarias.

Los Guardianes de la Biodiversidad: Un Viaje al Núcleo de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard
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Origen y Construcción

La construcción de la Bóveda de Svalbard comenzó en 2008 y se completó en el mismo año. Situada a 130 metros dentro de una montaña y a la misma altitud sobre el nivel del mar, la ubicación garantiza que el suelo permanezca seco, incluso si los niveles del mar suben debido al derretimiento de los hielos polares. Propiedad del gobierno noruego, la bóveda es operada en cooperación con el Ministerio de Agricultura y Alimentación de Noruega y la organización internacional Global Crop Diversity Trust.

Diseño y Seguridad

La bóveda ha sido diseñada para durar miles de años y soportar todo tipo de desastres, tanto naturales como provocados por el hombre. Está construida para resistir terremotos de hasta 10 grados en la escala de Richter, erupciones volcánicas, tsunamis y radiación nuclear. Además, un sistema de refrigeración mantiene las semillas a -18°C. En caso de falla, el permafrost natural asegura que las semillas permanezcan congeladas a -6°C, garantizando su conservación.

Función y Objetivos

La bóveda funciona como una “copia de seguridad” de todas las semillas del planeta, almacenando muestras de miles de plantas de cultivo de todo el mundo. No es un banco genético de acceso público, sino un depósito donde los bancos genéticos nacionales o regionales pueden guardar sus semillas para replicarlas en caso de pérdida. Cada especie almacenada incluye aproximadamente 500 semillas, con el objetivo de mantener la diversidad genética y la seguridad alimentaria global.

Colección y Mantenimiento

Hasta la fecha, la Bóveda de Svalbard ha almacenado más de un millón de muestras de semillas, incluyendo 60,000 variedades distintas de cultivos de todo el mundo. En 2017, la bóveda sufrió una inundación debido al deshielo del permafrost circundante. Aunque las semillas no resultaron dañadas, se realizaron reparaciones y mejoras para prevenir futuros incidentes. La bóveda ha sido diseñada para una vida útil infinita, aunque requiere mantenimiento periódico para asegurar su integridad.

Colaboración Internacional

La bóveda es un ejemplo de cooperación internacional, con más de 100 millones de semillas almacenadas actualmente. Países de todo el mundo colaboran con el gobierno noruego para asegurar que una mayor variedad de cultivos esté protegida. Entre las semillas almacenadas se encuentran cultivos tan diversos como calabazas de la Nación Cherokee de Estados Unidos, trigo de la Universidad de Haifa en Israel, y papas de Perú, reflejando la riqueza de la biodiversidad global.

Legado y Futuro

El propósito principal de la Bóveda de Svalbard es evitar la extinción de cualquier especie cultivada. La pérdida de una variedad de cultivo es irreversible y tiene consecuencias devastadoras para la biodiversidad y la seguridad alimentaria. La bóveda tiene la capacidad de almacenar hasta 4.5 millones de variedades de cultivos, asegurando un legado para las futuras generaciones y protegiendo la biodiversidad terrestre.

Reconocimientos

En 2008, la Bóveda Global de Semillas de Svalbard fue reconocida por la Revista Time como “el mejor invento del año”. Este reconocimiento destaca su importancia y el impacto positivo que tiene en la preservación de la biodiversidad. La bóveda es un refugio seguro donde las semillas pueden ser almacenadas y preservadas, garantizando que los cultivos vitales estén disponibles en caso de necesidad.

La Bóveda Global de Semillas de Svalbard es un pilar crucial en la protección de la biodiversidad agrícola. Su misión de preservar las semillas de cultivos de todo el mundo la convierte en un baluarte contra la pérdida de biodiversidad. Este esfuerzo global asegura que, incluso en tiempos de crisis, las futuras generaciones tendrán acceso a una riqueza genética esencial para la supervivencia y el bienestar de la humanidad.

Fuente: Prensa.ec

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