La transición agroecológica en Manabí: Un camino hacia la sostenibilidad del suelo

Leopoldo Viteri, Director Distrital del MAG en Manabí, analiza las acciones implementadas para enfrentar el cambio climático y la degradación del suelo en la agricultura.

Leopoldo Viteri, Director Distrital del MAG en Manabí,

La crisis climática y la sobreexplotación del suelo han puesto en riesgo la agricultura a nivel mundial. En Manabí, la transición hacia la agroecología es vista como una solución urgente. En esta entrevista, Leopoldo Viteri, Director Distrital del MAG en Manabí, detalla las acciones que se están llevando a cabo en la provincia para restaurar la salud del suelo, capacitar a los agricultores y enfrentar los desafíos impuestos por las prácticas agrícolas tradicionales.

El cambio climático ya no es una amenaza futura; es una realidad que afecta directamente a las prácticas agrícolas en todo el mundo. Manabí, una provincia altamente dependiente de la agricultura, enfrenta serios desafíos, especialmente en la salud de sus suelos. Leopoldo Viteri, Director Distrital del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) en Manabí, señala que los problemas actuales se derivan de décadas de malas prácticas agrícolas, como el uso indiscriminado de agroquímicos y la deforestación, lo que ha llevado a la degradación del suelo y a la disminución de la productividad agrícola.

La llamada “Revolución Verde”, que prometía mayor producción a través del uso intensivo de productos químicos, ha tenido consecuencias devastadoras para el ambiente y la agricultura. Viteri afirma que el uso excesivo de fertilizantes químicos, como la urea, ha generado un desequilibrio en el ecosistema del suelo, afectando tanto a los productores como a los consumidores. “Hemos destruido el suelo durante los últimos 80 años”, sostiene Viteri, quien defiende la transición hacia prácticas más sostenibles, como la agroecología y la agricultura regenerativa.

Con el objetivo de revertir los daños causados por décadas de abuso del suelo, Viteri y su equipo en el MAG han propuesto convertir a Manabí en una provincia piloto para la transición hacia la agroecología. La agroecología, que busca equilibrar la relación entre la agricultura, el medio ambiente y los seres humanos, presenta una oportunidad para restaurar los ecosistemas agrícolas. “La agricultura tiene más de 10.000 años, pero en los últimos 80 hemos destruido el suelo con prácticas inadecuadas”, enfatiza Viteri.

Leopoldo Viteri, Director Distrital del MAG en Manabí,

Una de las principales medidas es la reducción del uso de agroquímicos mediante la implementación de biofertilizantes y técnicas de compostaje, que pueden reducir los costos para los agricultores y aumentar la sostenibilidad a largo plazo. Sin embargo, la transición no es fácil. El costo inicial de los biofertilizantes y la necesidad de capacitación son barreras que muchos pequeños agricultores encuentran difíciles de superar.

Viteri subraya que el MAG está trabajando de la mano con organismos internacionales, como la FAO y Amazonía Sin Fuego, para introducir tecnologías que permitan aprovechar los residuos agrícolas. Estas innovaciones incluyen maquinaria que convierte los restos de cosechas en materia orgánica, lo que mejora la fertilidad del suelo de manera natural. Esta estrategia no solo reduce la necesidad de agroquímicos, sino que también contribuye a la lucha contra la deforestación y los incendios forestales.

Uno de los puntos clave para lograr la transición agroecológica es la capacitación de los agricultores. Viteri señala que el MAG ha estado impartiendo talleres en toda la provincia, enseñando técnicas de agricultura y ganadería regenerativa. “La capacitación es fundamental para que los agricultores puedan adoptar estas nuevas prácticas de manera eficiente”, afirma.

Además de la capacitación, Viteri menciona la importancia del apoyo financiero. El MAG está trabajando con el Banco de Ecuador para desarrollar paquetes tecnológicos más accesibles que puedan ser financiados por los pequeños agricultores. Un ejemplo de esto es el paquete tecnológico para el cultivo de maíz, que busca reducir el uso de productos químicos costosos y promover el uso de biofertilizantes y variedades de maíz más resistentes a las condiciones climáticas adversas.

Viteri no oculta su preocupación por la influencia de las multinacionales agropecuarias en el sector. “Las multinacionales han sido responsables de vender paquetes tecnológicos que son caros e ineficientes para nuestra realidad”, critica. Estas empresas, asegura, han monopolizado el mercado de insumos agrícolas, obligando a los pequeños productores a endeudarse para adquirir productos que, en muchos casos, no son necesarios.

El director distrital insiste en que los agricultores deben exigir productos más adecuados para sus condiciones específicas. En Manabí, donde las lluvias son cada vez más escasas debido al cambio climático, es crucial contar con variedades de cultivos que puedan resistir la sequía. “Estamos trabajando para que los productores de maíz, cacao, arroz y plátano tengan acceso a insumos que realmente mejoren la rentabilidad y no solo la productividad”, añade.

Además de la agricultura, la ganadería también juega un papel fundamental en la regeneración del suelo. Viteri destaca el uso de cercas eléctricas móviles para controlar el pastoreo, una técnica que permite que los forrajes se recuperen y evita la desertificación. “Menos del 1% de los ganaderos utilizan estas cercas, pero su implementación puede marcar una gran diferencia en la gestión de los pastos”, explica.

La correcta gestión del pastoreo es esencial para evitar la desertificación, especialmente en zonas secas como el cantón Jipijapa. Viteri señala que las cabras y ovejas, si no son manejadas adecuadamente, pueden acelerar la degradación del suelo. Sin embargo, mediante el pastoreo racional, es posible mantener la productividad del terreno sin comprometer su fertilidad a largo plazo.

La transición hacia la agroecología en Manabí no es solo una cuestión de sostenibilidad ambiental, sino también de justicia social y económica. La capacitación, la adopción de nuevas tecnologías y el apoyo financiero son esenciales para que los pequeños agricultores puedan romper el ciclo de dependencia de las multinacionales y asegurar un futuro más sostenible para sus tierras y familias. ¿Cómo crees que la transición hacia la agroecología puede impactar en la economía local de Manabí y en la calidad de vida de sus agricultores?

Fuente: Portadas | prensa.ec

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