La Ejecución de Atahualpa: Traición y Colapso del Imperio Inca

En 1532, Atahualpa se erigió como el líder supremo del Imperio Inca tras una devastadora guerra civil contra su medio hermano Huáscar. Sin embargo, su reinado fue efímero debido a la llegada del conquistador español Francisco Pizarro. La captura y posterior ejecución de Atahualpa en 1533 no solo significaron la pérdida de un líder, sino también el colapso de un vasto y complejo imperio que abarcaba gran parte de América del Sur.

La Ejecución de Atahualpa: Traición y Colapso del Imperio Inca

El Ascenso al Poder de Atahualpa

Nacido en Quito alrededor de 1502, Atahualpa era hijo del emperador Huayna Cápac y de una princesa de Quito. Su ascenso al poder estuvo marcado por una feroz guerra civil contra Huáscar, su medio hermano. En 1532, tras capturar y ejecutar a Huáscar, Atahualpa consolidó su dominio sobre el Imperio Inca, estableciéndose como el único soberano.

El Encuentro con Francisco Pizarro

Mientras Atahualpa consolidaba su poder, los conquistadores españoles, liderados por Francisco Pizarro, arribaron a las costas del Imperio Inca. Pizarro, impulsado por la ambición y la fama de las riquezas incas, se dirigió hacia el interior. En noviembre de 1532, Pizarro y sus hombres, con apenas 168 soldados, llegaron a Cajamarca, donde Atahualpa y su ejército acampaban.

La Batalla de Cajamarca

El 16 de noviembre de 1532, Pizarro invitó a Atahualpa a una reunión en la plaza de Cajamarca. Confiado en su superioridad numérica, Atahualpa aceptó la invitación y acudió con un séquito reducido. Durante la reunión, el sacerdote Vicente de Valverde intentó convencer a Atahualpa de aceptar el cristianismo y someterse al rey español Carlos I. Atahualpa rechazó la propuesta y arrojó al suelo la Biblia que Valverde le había entregado, desencadenando un ataque sorpresa por parte de los españoles. La masacre que siguió resultó en la captura de Atahualpa y la muerte de miles de incas.

El Cautiverio y Rescate de Atahualpa

Atahualpa fue encarcelado y trató de negociar su libertad ofreciendo un rescate en oro y plata. Prometió llenar una habitación con estos metales preciosos, una oferta que los españoles aceptaron. Durante meses, los súbditos de Atahualpa recolectaron toneladas de oro y plata, estimadas en 6,000 kilos de oro y 12,000 kilos de plata. Sin embargo, a pesar de cumplir con su parte del trato, Atahualpa nunca fue liberado.

El Juicio y la Ejecución

El 26 de julio de 1533, Atahualpa fue sometido a un juicio sumario y acusado de varios delitos, incluyendo idolatría y conspiración. Encontrado culpable, inicialmente fue condenado a morir en la hoguera, pero aceptó el bautismo a cambio de una muerte menos dolorosa. Atahualpa fue estrangulado con garrote vil, marcando el final de su vida y el colapso del Imperio Inca.

Las Consecuencias de la Muerte de Atahualpa

La ejecución de Atahualpa tuvo profundas repercusiones. Sin un líder capaz de unificar el imperio, los españoles, con ayuda de aliados indígenas, conquistaron Cuzco en noviembre de 1533. Este evento selló el fin del Imperio Inca y el inicio del dominio colonial español. Las riquezas incas fueron saqueadas, y la población indígena sufrió enormemente bajo el nuevo régimen.

La historia de Atahualpa es un testimonio de la ambición y traición que pueden destruir civilizaciones enteras. La habilidad de los españoles para explotar las divisiones internas del Imperio Inca fue crucial para su éxito.

Fuente: Prensa.ec

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