El 16 de enero de 1547, con sólo 16 años, Iván IV fue coronado como el primer zar de Rusia. Asumió el control total del país el 3 de diciembre de 1553 cuando el Consejo de nobles rusos lo proclamó “gran príncipe de todas las Rusias”.
Con su nombramiento como gran príncipe, Iván IV puso fin al sistema oligárquico que había gobernado el país durante su minoría de edad y comenzó un reinado absolutista que duraría casi cuatro décadas.
El joven zar, apodado “el Terrible”, demostró desde el principio una personalidad despiadada y sospechosa. Amplió las fronteras del país anexando los kanatos tártaros de Kazán y Astracán, incorporando así los territorios del Volga y la región del mar Caspio.
Sin embargo, sus métodos tiránicos para sofocar la oposición interna y su comportamiento cada vez más impredecible y violento, le granjearon la animadversión de nobles y campesinos.
Durante la minoría de edad de Iván IV (1533-1547), Rusia estuvo gobernada por la facción de los Shuiski, encabezada por el canciller Alekséi Adachov y el metropolitano Macario. Era un gobierno oligárquico preocupado sólo por sus intereses.
Tras la repentina muerte de Adachov, Iván IV tomó las riendas del poder en 1549 ordenando la detención del clan Shuiski. El 3 de diciembre de 1553, aprovechando la caída temporal de Kazán, el zar convocó una asamblea de nobles y eclesiásticos para que lo proclamaran “gran príncipe de todas las Rusias”, asumiendo así el poder absoluto.
Fuente: prensa.ec
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.