La inacción del gobierno central peruano frente a una crisis ambiental en la frontera con Ecuador
La región peruana de Cajamarca, fronteriza con Ecuador, enfrenta una crisis sin precedentes: siete incendios forestales han consumido más de 2.500 hectáreas, mientras el gobierno central se mantiene en silencio ante el pedido urgente de declarar el estado de emergencia.
En medio de una emergencia ambiental que amenaza con devastar áreas protegidas y comunidades rurales, la región de Cajamarca en Perú ha solicitado al gobierno central que declare el estado de emergencia en dos de sus provincias. Esta petición, formalizada el lunes, aún no ha recibido respuesta, dejando en evidencia la inacción de las autoridades nacionales frente a una situación que requiere intervención urgente.
Roger Guevara, gobernador de Cajamarca, ha destacado la desesperada necesidad de recibir apoyo logístico en la forma de aeronaves militares especializadas para combatir los incendios forestales que asolan las provincias de Jaén y San Ignacio. Estos incendios, que ya han devorado 2.599 hectáreas de vegetación, han puesto en riesgo a especies endémicas como el tapir andino y el oso de anteojos, además de afectar gravemente la vida de las comunidades locales.
La respuesta del Ministerio de Defensa ha sido insatisfactoria, exigiendo que la región cubra los costos operativos de aproximadamente 4.000 dólares por hora para desplegar las aeronaves, un gasto que Cajamarca no puede asumir. Aunque el Ministerio ha negado públicamente estas condiciones, la falta de acción concreta ha generado un sentimiento de abandono entre los habitantes de las áreas afectadas.
Fiorella Alvarado, directora regional de la oficina de defensa nacional en Cajamarca, señaló que las condiciones meteorológicas extremas, exacerbadas por el cambio climático, están dificultando los esfuerzos de contención. A medida que el fuego continúa extendiéndose, los residentes de comunidades como El Porvenir describen un panorama apocalíptico: tierras agrícolas arrasadas, aire irrespirable y una desesperanza palpable ante la falta de apoyo gubernamental.
La situación en Cajamarca no es un caso aislado; entre enero y julio de 2023, Perú ha registrado 4.140 incendios forestales que han afectado a 70.000 hectáreas en todo el país. La mayoría de estos incendios son provocados por actividades humanas, como la quema de rastrojos y pajonales, prácticas que, junto con las condiciones climáticas adversas, han contribuido a la rápida propagación del fuego.
El gobierno de Dina Boluarte enfrenta un dilema: ¿cómo responderá ante una crisis que ya está afectando gravemente tanto al medio ambiente como a la vida humana? Mientras los habitantes de Cajamarca esperan una acción decidida, la pregunta que surge es si el gobierno está dispuesto a tomar las medidas necesarias para prevenir que esta crisis se convierta en una catástrofe nacional.
Fuente: prensa.ec
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