Impactos macroeconómicos de la transición energética en Ecuador

La Vicepresidenta de Gente Oil analiza los desafíos y oportunidades del cambio de matriz productiva

La transición de los combustibles fósiles a las energías renovables es un proceso complejo con implicaciones económicas, sociales y ambientales para los países. Ecuador no está exento de enfrentar estos retos en su camino hacia una matriz energética más sostenible.

Para entender mejor los alcances de este cambio, en Portadas de prensa.ec, dialogamos con Silvana Pástor, Vicepresidenta Administrativa Financiera de Gente Oil, quien nos explicó los principales impactos macroeconómicos que traería aparejada esta transición para el país.

Según Pástor, el petróleo representa alrededor del 30% de los ingresos del Estado ecuatoriano, recursos que se destinan a infraestructura, salud, educación y seguridad. Pasar a un modelo basado en energías renovables requerirá fuertes inversiones y una planificación integral para que no afecte la calidad de vida de los ciudadanos.

La especialista advierte que no se puede eliminar por completo la producción petrolera, ya que el crudo tiene usos más allá de la generación eléctrica, como la petroquímica para fabricar medicamentos, plásticos, pinturas y textiles.

Además, Ecuador aporta menos del 0,001% de las emisiones globales, por lo que no debería cargar con la responsabilidad de frenar el cambio climático. Los países desarrollados deberían liderar esta transición mostrando resultados positivos, para luego incentivar a naciones en vías de desarrollo a seguir sus pasos.

No obstante, Pástor reconoce que Ecuador tiene un gran potencial en energías renovables como la hidroelectricidad, solar y eólica. Atraer inversión extranjera a estos proyectos generaría empleo, ingresos y transferencia tecnológica.

También es clave formar profesionales en estas nuevas áreas, conectar el sistema eléctrico nacional y mantener las hidroeléctricas existentes. Asimismo, es necesario despolitizar la gestión de los sectores estratégicos, poniendo a técnicos expertos al mando y no a cuadros partidistas.

Respecto a la consulta popular que prohibirá la explotación petrolera en el Yasuní, la ejecutiva advierte que tendrá fuertes consecuencias económicas y sociales. Se dejarán de percibir al menos 1.200 millones de dólares y se perderán miles de empleos. Habrá que buscar préstamos o subir impuestos para compensar la pérdida.

La transición energética es indispensable para combatir el cambio climático, pero debe ser un proceso planificado y con visión de país, aprovechando las ventajas comparativas de Ecuador, invirtiendo en tecnología y formando capital humano especializado. Un cambio apresurado o mal gestionado puede tener graves repercusiones económicas y sociales sobre los más vulnerables.

Fuente: Portadas | prensa.ec

Virtono

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