El gobierno alemán anunció hoy su decisión de unirse al conflicto armado contra Estados Unidos, luego de que Japón, su aliado en la guerra, atacara por sorpresa la base naval estadounidense de Pearl Harbor en Hawai.
La tensión entre Washington y Berlín se exacerbó aún más después de que Adolf Hitler, canciller de Alemania, declarara la guerra a los norteamericanos en solidaridad con Tokio. Esta drástica medida podría cambiar el curso de laSegunda Guerra Mundial y aumentar la participación militar de EE.UU. en el conflicto global.
El comunicado oficial llegó pocas horas después del devastador asalto nipón a la flota estadounidense anclada en Pearl Harbor, que dejó miles de bajas y buques hundidos o averiados.
El gobierno del presidente Franklin D. Roosevelt calificó el ataque por sorpresa como “una fecha que vivirá en la infamia”. Ahora, la declaratoria de guerra de la Alemania nazi agrega más leña al fuego y alienta una respuesta contundente de Washington.
Según analistas, la estrategia alemana buscaría evitar que EE.UU. concentre todos sus recursos militares en derrotar a Japón y debilite así el frente occidental que enfrentan las tropas del Eje Roma-Berlín-Tokio.
Expertos vaticinan un gran incremento de la producción industrial estadounidense con fines bélicos, ante la necesidad de abastecer con armamento y suministros a sus fuerzas desplegadas en el Pacífico y Europa.
El impacto económico y político de esta guerra declarada por la Alemania nazi podría ser determinante tanto en la política interna estadounidense como en el tablero geopolítico mundial.
Fuente: prensa.ec
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