La tensión política entre el presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Abad se agudiza en medio de una disputa por presunta violencia de género
La vicepresidenta de Ecuador, Verónica Abad, fue suspendida de su cargo por 150 días sin sueldo, bajo la acusación de “abandono injustificado”. La resolución, emitida por el Ministerio de Trabajo, coincide con una serie de demandas legales y enfrentamientos políticos con el presidente Daniel Noboa, quien la designó como embajadora en Israel.
La resolución del Ministerio de Trabajo, divulgada recientemente, confirma la suspensión de la vicepresidenta Verónica Abad por “abandono injustificado” de sus funciones, al no presentarse en Ankara, Turquía, donde debía continuar sus labores diplomáticas como embajadora en Israel. Este acto, tipificado como “falta grave” bajo la Ley Orgánica de Servicio Público (LOSEP), ha intensificado la crisis política en Ecuador, marcada por un conflicto creciente entre Abad y el presidente Daniel Noboa.
Desde que asumió el cargo, Noboa designó a Abad como embajadora, lo cual, según la vicepresidenta, fue un intento de alejarla del núcleo del poder político. Abad, por su parte, sostiene que la medida forma parte de una “estrategia de persecución” para evitar su sucesión presidencial, especialmente ahora que Noboa se prepara para una posible candidatura en los comicios de 2025, que requeriría que Abad asuma temporalmente la presidencia durante su licencia de campaña.
La situación se agrabó con la denuncia de Abad ante el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) por presunta violencia política de género en su contra, dirigida hacia Noboa y otros funcionarios del gobierno. Según la defensa de Abad, la denuncia se basa en ocho presuntas agresiones que buscan, entre otros, “presionar su renuncia”, impidiendo su función en el gobierno y en el posible reemplazo presidencial.
Damián Armijos, abogado de Abad, subraya que este proceso podría sentar “un precedente histórico” en Ecuador sobre la participación política de las mujeres. La controversia entre Noboa y Abad no sólo cuestiona el rumbo de la política ecuatoriana, sino que plantea dudas sobre el equilibrio de poder y las garantías para una democracia inclusiva y representativa. ¿Podrá este conflicto cambiar las normas de sucesión en el país?
Fuente: prensa.ec
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