El astrónomo italiano amplía el conocimiento del sistema solar con el telescopio que él mismo diseñó
El 7 de enero de 1610, Galileo Galilei anunció el descubrimiento de tres nuevos cuerpos celestes orbitando alrededor del planeta Júpiter. Se trata de los satélites naturales Ganímedes, Calisto y Io, los cuales fueron detectados por Galileo utilizando un telescopio reflector de su propio diseño. Este hallazgo supuso una revolución en la astronomía al confirmar que no todos los cuerpos celestes orbitan a la Tierra.
Galileo detectó por primera vez a Ganímedes y Calisto la noche del 7 de enero, describiéndolos en su cuaderno de notas como “estrellas fijas” junto a Júpiter. Luego de varias noches de observación, determinó que se trataba de lunas que orbitaban el planeta gigante. El descubrimiento se suma al de Io unos días antes, el 1 de enero.
El astrónomo italiano pudo realizar estos descubrimientos gracias al telescopio reflector que él mismo diseñó en 1609, considerado mucho más efectivo que los refractores utilizados hasta entonces. Sus observaciones desafiaron la visión geocéntrica vigente y sentaron las bases de la astronomía moderna.
Hoy se conoce que Ganímedes es el satélite natural más grande del sistema solar, incluso mayor que el planeta Mercurio. Calisto es el segundo satélite más grande de Júpiter y presenta una superficie helada llena de cráteres. Ambos fueron bautizados en 1614 por Simon Marius en honor a los amantes de Zeus en la mitología griega.
Fuente: prensa.ec
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