¿Es viable reinstalar bases militares extranjeras en Ecuador? Una mirada crítica a la propuesta de Noboa

La seguridad marítima y el sector pesquero en el debate: ¿solución o riesgo para la soberanía nacional?

Jimmy López, presidente de FOPAE
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La reciente propuesta del presidente Noboa de reinstalar bases militares extranjeras en Ecuador ha generado un intenso debate sobre los efectos que esto podría tener en la seguridad del país y en sectores clave como el pesquero. Jimmy López, presidente de FOPAE, expone su perspectiva sobre los beneficios y riesgos de esta medida, y cómo la falta de protección marítima ha impactado negativamente al sector pesquero nacional desde la salida de la base militar de Manta.

La inseguridad que afecta a las costas ecuatorianas, agravada por la presencia de embarcaciones extranjeras ilegales y el narcotráfico, ha puesto en el centro del debate la reinstalación de bases militares extranjeras. Jimmy López, líder de la Federación de Organizaciones Pesqueras y Análogas del Ecuador (FOPAE), destaca que el retiro de la base militar de Manta en 2009 dejó un vacío en la seguridad marítima del país. “Teníamos una ciudad segura, con una logística excelente. Ahora, nuestros pescadores están indefensos ante las amenazas de organizaciones criminales internacionales”, comenta.

López asegura que, tras la salida de la base, se incrementó el narcotráfico en las costas, y el sector pesquero comenzó a sufrir ataques de piratas y traficantes. La falta de una flota nacional adecuada para patrullar las aguas ha dejado a los pescadores a merced de estos peligros. Según López, se ha perdido la capacidad de disuadir a los delincuentes, quienes actúan impunemente. El sector ha quedado debilitado, con cifras alarmantes de secuestros, asesinatos y desapariciones de pescadores, una realidad que es reflejada por informes de organizaciones internacionales.

Jimmy López, presidente de FOPAE

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), firmada por Ecuador en años recientes, también ha sido criticada. López menciona que esta convención ha permitido a flotas pesqueras extranjeras, como las de China, operar cerca de las costas ecuatorianas, lo que ha reducido la pesca local y ha afectado directamente la economía del sector. “Los barcos chinos están a menos de 30 millas de nuestras costas. Sin una defensa marítima efectiva, estamos expuestos a la explotación extranjera de nuestros recursos naturales”, subraya López.

Sin embargo, la propuesta de Noboa ha generado controversia. Para algunos, reinstalar bases militares podría implicar una pérdida de soberanía nacional, como ocurrió durante la operación de la base de Manta, controlada por Estados Unidos. Críticos argumentan que delegar la seguridad del país a potencias extranjeras podría comprometer la independencia de las decisiones políticas y económicas de Ecuador.

Por otro lado, López ve en esta medida una oportunidad de recuperar la seguridad en las costas. “Los pescadores han perdido la capacidad de operar en paz. La reinstalación de una base militar, si se maneja adecuadamente, podría ser una solución que nos devuelva la tranquilidad y ayude a proteger nuestros recursos marinos”, afirma. Las cifras son alarmantes: según datos del sector pesquero, desde 2018, los incidentes relacionados con narcotráfico y delitos violentos en alta mar han aumentado en un 70%, afectando directamente a miles de pescadores.

El análisis de López apunta también a la falta de inversión en tecnología y equipamiento para la Armada del Ecuador. “No tenemos submarinos ni embarcaciones de alto calado, lo que nos deja vulnerables frente a las amenazas externas”, añade. Los pescadores han tenido que desplazarse cada vez más lejos de la costa, llegando hasta 200 millas náuticas para evitar la competencia de flotas extranjeras, un esfuerzo que les cuesta caro en términos de combustible y tiempo.

En términos económicos, la reinstalación de bases militares extranjeras podría ser un alivio para las debilitadas arcas del Estado. Sin embargo, expertos en defensa y soberanía argumentan que la prioridad debería ser fortalecer las capacidades nacionales. La dependencia de una potencia extranjera podría traer beneficios a corto plazo, pero a largo plazo, Ecuador perdería su capacidad de gestionar su propia seguridad marítima de manera independiente.

López también señala que la corrupción y la ineficacia en las instituciones gubernamentales han contribuido a la crisis del sector pesquero. “No se trata solo de reinstalar una base militar, sino de reformar las estructuras corruptas que permiten que los delincuentes sean liberados y sigan operando”, sostiene. La falta de acciones concretas por parte de la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura ha sido uno de los mayores obstáculos para combatir el crimen organizado.

La posibilidad de contar nuevamente con presencia militar extranjera en Ecuador está aún en fase de discusión. Sin embargo, queda claro que la seguridad del país, especialmente en lo que respecta a la protección de sus aguas y el sector pesquero, requiere de una intervención inmediata. ¿Será esta la solución que el país necesita o comprometerá aún más la soberanía nacional?

Fuente: PORTADAS | prensa.ec

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