En las ardientes arenas de Gaugamela, hace más de 2,300 años, se libró una batalla que cambiaría el curso de la historia. El 1 de octubre del 331 a.C., Alejandro Magno y el rey persa Darío III se enfrentaron en un choque épico que sellaría el destino del Imperio Persa.
La Batalla de Gaugamela tuvo lugar cerca del río Bumodos, en lo que hoy es Irak. Fue un enfrentamiento colosal entre el formidable ejército de Alejandro Magno y las fuerzas del poderoso rey persa Darío III. La victoria en Gaugamela marcó un punto de inflexión en la conquista de Alejandro y la decadencia del Imperio Persa.
La estrategia de Alejandro fue una obra maestra en la historia militar. Utilizando tácticas innovadoras, como el famoso “ala oblicua,” logró desbaratar las filas persas. La caballería macedonia, dirigida por Alejandro personalmente, desempeñó un papel crucial al penetrar en las líneas enemigas y poner en jaque al propio Darío. La astucia táctica y la coordinación entre las unidades macedonias fueron fundamentales para la victoria.
El legado de Gaugamela perdura en la historia militar. Esta batalla se ha estudiado y analizado exhaustivamente por historiadores y estrategas militares a lo largo de los siglos. Ha demostrado la importancia de la estrategia y la táctica en la guerra, y cómo un líder astuto puede superar a un enemigo numéricamente superior.
Fuente: RLL / Prensa.ec
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