En un giro del destino, el navegante holandés Jacob Roggeveen tropieza con una isla remota en el vasto océano Pacífico el 5 de abril de 1722. Lo que parecía ser una búsqueda de la mítica Tierra de Davis, se convierte en el descubrimiento de la enigmática Isla de Pascua, bautizada así por el día de su llegada, la Pascua de Resurrección.

El viaje de Roggeveen hacia la desconocida Tierra de Davis estaba imbuido de la esperanza de encontrar riquezas y fama. Partió con una flota de tres navíos y más de doscientos tripulantes, enfrentando peligros y desafíos en su travesía. Desde las costas de Brasil hasta el archipiélago de Juan Fernández, la expedición sorteó obstáculos antes de avistar la tierra que creían ser su destino.
El 5 de abril de 1722, la Isla de Pascua emerge ante los ojos de los navegantes, sorprendiéndolos con su belleza y misterio. Sin embargo, lo que comenzó como un encuentro pacífico pronto se vio empañado por un trágico incidente. La llegada de los europeos desencadenó un malentendido que resultó en la muerte de doce indígenas. A pesar de este oscuro episodio, la expedición logró comerciar con los habitantes locales antes de partir, llevando consigo historias y maravillas de la isla.
Casi tres siglos después, Rapa Nui, como se conoce en la lengua nativa, sigue siendo un lugar de fascinación y misterio. Las imponentes estatuas de piedra, los moais, y los antiguos altares, los ahu, mantienen viva la memoria de un encuentro que cambió el curso de la historia de esta remota isla en el Pacífico.
- La Isla de Pascua, conocida como Rapa Nui en la lengua nativa, es famosa por sus impresionantes moais y su cultura única.
- El descubrimiento de la isla por Jacob Roggeveen en 1722 llevó a un breve encuentro con los habitantes locales, marcado por un trágico incidente.
- A pesar de su aislamiento, Rapa Nui sigue siendo un destino turístico popular y un símbolo de la herencia cultural polinesia.
Fuente: Prensa.ec
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