En 1484, el papa Inocencio VIII emitió la bula Summis desiderantes affectibus, marcando un momento oscuro en la historia europea. Esta orden papal desencadenó una persecución masiva de supuestas brujas en Italia, Francia y Alemania durante el siglo XVI, dejando un impacto duradero en la sociedad de la época.
El 5 de diciembre de 1484, el papa Inocencio VIII publicó la bula Summis desiderantes affectibus, una orden que exigía a la Inquisición perseguir y eliminar a aquellos acusados de brujería en el mundo conocido. Este edicto papal contribuyó significativamente a la caza de brujas en Europa, desencadenando una era de miedo y persecución.
La bula de Inocencio VIII intensificó la persecución de supuestas brujas, especialmente en Italia, Francia y Alemania. La creencia en la brujería se convirtió en un fenómeno temido, y miles de personas, en su mayoría mujeres, se convirtieron en víctimas de esta caza despiadada durante el siglo XVI.
Este evento está enraizado en un contexto más amplio que incluye la Guerra de Ferrara (1482-1484), un conflicto entre Ercole I d’Este y el papa Sixto IV, aliado de la República de Venecia. La paz de Bagnolo en 1484, que consolidó la expansión territorial de Venecia, coincidió con la emisión de la bula, sugiriendo posibles conexiones políticas.
La bula Summis desiderantes affectibus dejó un legado oscuro, asociando la brujería como un crimen peor que la herejía y generando animosidad hacia las mujeres. El impacto de esta persecución ha sido objeto de extenso estudio e interés histórico, destacando las complejidades de la sociedad europea del Renacimiento.
Fuente: RLL / Prensa.ec
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