La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIRC/IARC), ha clasificado al talco como “probablemente cancerígeno” para los seres humanos (Grupo 2A). Esta determinación se basa en evidencias limitadas de cáncer de ovario en humanos, pruebas suficientes de carcinogenicidad en animales de laboratorio, y sólidas evidencias mecanicistas que indican propiedades carcinogénicas en células humanas.
En un reciente informe publicado en The Lancet Oncology, la IARC subraya que la exposición al talco, un mineral natural utilizado ampliamente en productos cosméticos y polvos corporales, conlleva riesgos potenciales para la salud. Aunque la exposición principal ocurre en entornos laborales durante su extracción y procesamiento, el uso en productos cotidianos como cosméticos también plantea preocupaciones significativas.
El talco ha sido asociado principalmente con el cáncer de ovario en estudios humanos, aunque estos estudios tienen limitaciones debido a posibles sesgos, especialmente relacionados con la contaminación del talco con amianto, un conocido carcinógeno. Esta contaminación ha complicado la evaluación precisa de los riesgos asociados con el uso regular de talco en productos de higiene personal.
El doctor Santiago Bella, ex presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica, enfatiza que, si bien la evidencia actual clasifica al talco como Grupo 2A, es decir, “probablemente cancerígeno”, se espera que futuras investigaciones puedan fortalecer esta clasificación hacia un nivel más alto de riesgo carcinogénico. Esto plantea una advertencia crucial para la industria y para quienes están expuestos laboralmente al talco, instándolos a considerar medidas para reducir o eliminar su uso.
En contraste, el acrilonitrilo, otra sustancia evaluada en el mismo informe, ha sido clasificado como “carcinógeno para los seres humanos” (Grupo 1), basado en evidencia sólida de su relación con el cáncer de pulmón, especialmente en fumadores.
El doctor Alejandro Pérez Fidalgo del Hospital Clínico de Valencia, España, señala que si bien la clasificación del talco implica un riesgo potencial de cáncer de ovario, no significa que todos los usuarios estén en riesgo inmediato. La dosis, duración y forma de exposición juegan un papel crucial en la evaluación del riesgo individual.
Fuente: prensa.ec
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