El presidente electo Daniel Noboa asumirá el poder el próximo 23 de noviembre en medio de una compleja situación económica heredada del gobierno de Guillermo Lasso. Analizamos los desafíos que enfrentará la nueva administración con el economista Oswaldo Landazuri.

El presidente saliente Lasso ha manifestado que escribirá un libro titulado “Mis 900 días” donde narrará lo logrado en su gestión. Sin embargo, para Landazuri el mandatario “estuvo encerrado en una burbuja” y es “el responsable de gran parte de lo que estamos viviendo ahora”.

Lasso se centró únicamente en reducir el déficit y cerrar acuerdos comerciales, sin atender las demandas del sector productivo nacional. Su gobierno careció de un plan económico claro y una estrategia política para lograr acuerdos. Esto se evidenció en el fallido intento de aprobar la polémica Ley de Creación de Oportunidades.

El analista advierte que Lasso deja “un estado desmantelado y con corrupción”. Su legado es haber demostrado que “siempre puede estar peor”. El déficit fiscal pasó del 2% en 2021 a una previsión de más de 5.000 millones de dólares en 2022.

Ante este panorama, Noboa tendrá el reto de revertir la crisis. Su viaje y declaraciones en EE.UU generaron incertidumbre, al condicionar un crédito puente del FMI a no caer en default. Landazuri recomienda renegociar vencimientos de deuda y sentarse con multilaterales, en lugar de pedir créditos que no solucionan el problema de fondo.

Se espera que el presidente Noboa impulse una reforma tributaria en su primer mes de gobierno. Pero no ha especificado en qué consistirá, generando dudas en mercados financieros. Landazuri advierte que el próximo año habrá vencimientos de deuda por USD 5.000 millones y un posible déficit de hasta USD 13.000 millones. ¿Cómo se financiará el estado en este escenario?

El economista también analiza el uso de reservas internacionales para cubrir necesidades fiscales. Esto podría afectar la confianza en el sistema financiero y complicar el crédito productivo. Lo recomendable es encontrar opciones sostenibles de ingresos y gastos, no “poner el problema debajo de la alfombra”.

Los desafíos que enfrentará Daniel Noboa son enormes. Dependerá de su capacidad para reconocer errores, rodearse de un equipo competente y dialogar para encontrar soluciones viables que reactiven la economía, sin afectar a los más vulnerables. El futuro luce incierto, está por verse si logrará enderezar el rumbo.

Fuente: A Primera Hora | prensa.ec