El 2 de octubre de 1955 se apagó definitivamente el ENIAC, la primera computadora digital de propósito general. Con ello, se cerró un capítulo crucial en el desarrollo de la informática y comenzó una era de transformaciones tecnológicas que han dado forma al mundo moderno.
Desarrollo del ENIAC: De la Guerra a la Revolución Digital
El ENIAC, construido durante la Segunda Guerra Mundial, fue una creación de los ingenieros John Presper Eckert y John William Mauchly. Este gigantesco proyecto, financiado por el Ejército de los Estados Unidos, tenía como objetivo calcular tablas de tiro para la artillería. Su finalización en 1945 representó un avance que, aunque inicialmente estaba diseñado para fines bélicos, terminó sentando las bases de la computación moderna.
El desarrollo del ENIAC implicó una inversión monumental de recursos y conocimiento. Con un peso de 30 toneladas y compuesto por 18,000 tubos de vacío, su presencia física era tan imponente como su impacto en el ámbito tecnológico. Este coloso informático, que ocupaba 167 metros cuadrados, fue el primer paso hacia la creación de sistemas que hoy día caben en la palma de una mano.
La Capacidad Técnica que Transformó el Cálculo
El funcionamiento del ENIAC rompió paradigmas. Su capacidad de realizar 5,000 sumas y 357 multiplicaciones por segundo fue revolucionaria en una época en la que los cálculos complejos se realizaban manualmente o con equipos mucho más lentos y limitados. Además, su diseño reprogramable permitió que resolviera una amplia gama de problemas, lo que lo convirtió en una herramienta versátil en campos como la balística, las simulaciones nucleares y la investigación científica.
Sin embargo, no todo fue positivo. El ENIAC consumía una enorme cantidad de energía —aproximadamente 150 kilovatios— lo que lo hacía costoso de operar y difícil de mantener. A pesar de sus limitaciones, el impacto que tuvo fue inconmensurable.
Impacto y Legado del Apagado del ENIAC
El apagado definitivo del ENIAC en 1955 no fue simplemente el final de una máquina obsoleta. Marcó el fin de la primera generación de computadoras y dio inicio a una nueva era de desarrollo tecnológico. Este evento simbolizó el cierre de un ciclo que culminó con la creación de computadoras más pequeñas, rápidas y eficientes, como el UNIVAC I, la primera computadora comercial producida en masa.
El ENIAC no solo cambió la forma en que se realizaban los cálculos complejos, sino que también inspiró una revolución en industrias como la banca, la ingeniería y la investigación científica. Sin el ENIAC, es difícil imaginar el nivel de avance tecnológico que la humanidad ha logrado hasta hoy. Desde la revolución industrial hasta la era digital, la historia del ENIAC es un testimonio de la capacidad del ingenio humano para transformar la realidad.
A casi 70 años del apagado del ENIAC, su legado sigue vigente en cada dispositivo tecnológico que utilizamos. Esta máquina pionera marcó el comienzo de una nueva era de innovación. Hoy, cuando se habla de inteligencia artificial, big data y computación cuántica, se hace sobre los cimientos que esta titánica máquina ayudó a establecer.
¿Qué tanto crees que los avances tecnológicos actuales aún dependen de los principios que estableció el ENIAC?
Fuente: Prensa.ec
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