La economía ecuatoriana enfrenta retos clave, mientras los sectores productivos buscan estrategias ante un panorama incierto.
El analista financiero Christian Idrovo analiza el estado económico de Ecuador en el último trimestre de 2024, resaltando las preocupaciones de los sectores productivos y las decisiones que deberán tomar para enfrentar una posible recesión.
El último trimestre de 2024 ha despertado preocupaciones significativas en el sector económico ecuatoriano. A lo largo del año, el país ha enfrentado fluctuaciones que han puesto a prueba la estabilidad financiera de empresas, comercios y familias. Christian Idrovo, analista financiero, señala que este período es crítico para muchas industrias que tradicionalmente buscan cerrar el año con un “empuje final”. Sin embargo, la realidad actual muestra una economía con una de sus turbinas “apagadas”, lo que lleva a las industrias a cuestionar cómo enfrentar las contingencias que se presentan.
Según Idrovo, Ecuador está atravesando una situación similar a la de años anteriores, en la que la economía experimenta una curva descendente en ciertos trimestres, con una leve recuperación posterior. Sin embargo, la incertidumbre que genera el último trimestre de este año plantea serios desafíos. “Las empresas están apagando una turbina, lo que genera preocupaciones sobre cómo planificar ante eventualidades”, señala.
El manejo de las contingencias económicas por parte del gobierno ha sido tema de debate. Idrovo recalca que, aunque se había otorgado un voto de confianza a las políticas iniciales del actual gobierno, la inacción frente a problemas evidentes, como la crisis energética, ha agravado la situación. “Sabemos dónde está la gotera, pero no actuamos a tiempo”, critica. Esta falta de medidas proactivas ha llevado a que, en lugar de prevenir, se reaccione tardíamente a problemas que ya estaban identificados desde hace años.
Además, el enfoque en culpar a administraciones pasadas, sin tomar decisiones concretas para mejorar la situación actual, ha generado frustración tanto en los gremios empresariales como en la ciudadanía. “No podemos seguir llorando sobre la leche derramada; es hora de actuar con eficiencia”, afirma Idrovo.
Uno de los temas más críticos del trimestre es la crisis energética, que afecta tanto a grandes industrias como a pequeñas empresas. El suministro inestable de energía, sumado a las complicaciones derivadas de la inseguridad, ha contraído aún más la economía. Idrovo destaca que, a pesar de que Ecuador ha recurrido a organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, para estabilizar las finanzas públicas, los problemas estructurales persisten. La contracción económica es inevitable si no se toman medidas contundentes para solucionar estas crisis simultáneas.
La preocupación principal radica en que muchos sectores económicos no tienen la capacidad de afrontar sus obligaciones financieras en medio de esta situación. Idrovo menciona que, desde las economías domésticas hasta las grandes industrias, se enfrenta un escenario en el que el acceso al crédito y la solvencia se ven comprometidos. “Las instituciones financieras no tienen corazón, y los números son implacables”, asegura.
Con la expectativa de un crecimiento cercano al 0.8%, el panorama para Ecuador no es alentador. En un contexto donde los organismos multilaterales han ajustado sus proyecciones de crecimiento, la economía del país se dirige hacia un estancamiento, o incluso una recesión. Idrovo sugiere que, ante esta situación, el gobierno debe replantear sus prioridades. La principal preocupación radica en que el gobierno se encuentra enfocado en la reelección, en lugar de implementar políticas que alivien la situación económica.
El analista sugiere que es momento de negociar con los organismos multilaterales para obtener un respiro financiero. Esto implicaría solicitar una moratoria en el pago de la deuda, similar a lo que se ha hecho en otros países, con el objetivo de utilizar los recursos disponibles para estabilizar el país socioeconómicamente. “El gobierno debe priorizar las necesidades internas antes de continuar cumpliendo con las exigencias externas”, subraya Idrovo.
El manejo del sector energético es otro de los puntos críticos que afecta directamente a la economía. Las hidroeléctricas, principal fuente de energía en el país, están operando al límite, lo que pone en riesgo su sostenibilidad a largo plazo. La falta de previsión y de una planificación adecuada en años anteriores ha llevado a que el país se enfrente a una situación de vulnerabilidad energética que impacta en todos los sectores productivos.
Idrovo señala que este problema no es reciente. La falta de inversión en infraestructura energética y la ineficiencia en la administración de los recursos han exacerbado la crisis actual. “Es como tener una cisterna que se queda sin agua; si seguimos operando bajo estas condiciones, el sistema colapsará”, advierte.
Con el panorama actual, la economía ecuatoriana enfrenta meses decisivos. Las empresas están replanteando sus estrategias para evitar cierres masivos y despidos, pero el margen de acción es reducido. Idrovo insiste en que el país necesita un acuerdo político y económico que permita salir de la crisis. No obstante, con un proceso electoral en puerta y una Asamblea Legislativa fragmentada, las soluciones se ven cada vez más lejanas.
“Estamos en una situación límite. Si no actuamos con decisión ahora, las consecuencias serán desastrosas”, concluye Idrovo. ¿Qué medidas cree usted que debería tomar el gobierno para enfrentar esta crisis económica en el último trimestre del año?
Fuente: PORTADAS | prensa.ec
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