El incidente provocó avances en la comprensión de los microorganismos marinos y su papel en la degradación del petróleo

El 20 de abril de 2010, el Deepwater Horizon, una plataforma de perforación marina de British Petroleum (BP), explotó y se hundió en el Golfo de México, resultando en un importante derrame de petróleo. Este incidente se convirtió en el mayor derrame de petróleo marino en la historia de la industria petrolera.
La explosión, causada por una ráfaga de gas natural que atravesó un núcleo de hormigón instalado por el contratista Halliburton, provocó un incendio que mató a 11 trabajadores e hirió a 17. La plataforma se volcó y se hundió, rompiendo el riser y liberando petróleo al golfo. El derrame tuvo consecuencias ambientales significativas, afectando la vida marina, incluyendo delfines nariz de botella, y causando daños extensos a los ecosistemas costeros. A pesar de las diversas medidas de respuesta, como barcos esquimadores, barreras flotantes, quemas controladas y el uso de dispersantes de petróleo, los impactos a largo plazo del derrame y las medidas de respuesta aún están siendo evaluados. Sin embargo, el desastre llevó a avances en la comprensión de los microorganismos marinos y su papel en la degradación del petróleo, así como al desarrollo de nuevas técnicas para estudiar las comunidades microbianas y sus funciones en el medio ambiente.
Fuente: prensa.ec
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