El 28 de octubre de 1886, la Estatua de la Libertad fue inaugurada en Nueva York como un regalo de amistad de Francia a los Estados Unidos. Desde entonces, esta majestuosa figura ha representado los valores de libertad, justicia y democracia. Descubre la fascinante historia y datos curiosos detrás de este icónico monumento.

La Estatua de la Libertad fue un regalo de Francia a los Estados Unidos para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia y celebrar la amistad entre ambas naciones. Diseñada por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, su estructura interna fue creada por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel, famoso por la Torre Eiffel.
La estatua se alza majestuosamente con 93 metros de altura y pesa 225 toneladas. En 1886, era la estructura de hierro más alta del mundo. Sus detalles incluyen sandalias de 7 metros y medio de longitud y una cintura de 11 metros. La corona cuenta con 25 ventanas, y sus siete puntas simbolizan los siete continentes y mares.
Durante los primeros 16 años de su existencia, la Estatua de la Libertad funcionó como faro, aunque su potencia lumínica no era suficiente para guiar a las embarcaciones después del atardecer.
La placa de cobre de Lady Liberty actúa como una “tablet” del pasado, con la inscripción “JULY IV MDCCLXXVI” (4 de julio de 1776), la fecha de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.
La Estatua de la Libertad ha dejado una huella indeleble en la cultura. Ha sido un icono en películas, anuncios y obras literarias, y ha inspirado a artistas de todo el mundo.
Este monumento icónico representa la libertad y emancipación, y durante décadas, fue la primera visión de los inmigrantes europeos al llegar a los Estados Unidos después de su travesía por el océano Atlántico.
En 1984, la Estatua de la Libertad recibió el reconocimiento de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Fuente: RLL / Prensa.ec
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