
El 1 de mayo de 2006, millones de inmigrantes latinos protagonizaron el Gran Paro Estadounidense, una histórica jornada de boicot laboral y de consumo en Estados Unidos. Convocados para exigir una reforma migratoria justa, los manifestantes paralizaron sectores clave de la economía, evidenciando la dependencia del país hacia la fuerza laboral inmigrante345. La protesta, pacífica y multitudinaria, buscó visibilizar la necesidad de legalizar a millones de indocumentados y mejorar sus condiciones sociales. El impacto fue contundente: comercios cerrados, calles colmadas y un mensaje claro al Congreso sobre la urgencia de una ley migratoria inclusiva y humana





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