La dolarización ha traído estabilidad económica y control de inflación, pero enfrenta desafíos estructurales como la deuda externa y la competitividad.
Este 9 de enero, Ecuador conmemora 25 años desde que adoptó la dolarización, una medida que transformó la economía del país tras una profunda crisis financiera. A pesar de sus beneficios, persisten retos económicos y sociales que desafían su sostenibilidad.

Hace un cuarto de siglo, en medio de una grave crisis económica caracterizada por hiperinflación, devaluación del sucre y un colapso financiero, Ecuador adoptó el dólar como moneda oficial. El anuncio realizado por el entonces presidente Jamil Mahuad el 9 de enero del 2000 buscaba frenar la pérdida de confianza en el sistema financiero y estabilizar la economía. La medida, aunque controversial, marcó un antes y un después en la historia del país.
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La dolarización permitió reducir significativamente la inflación, que pasó de un promedio anual del 36,4% entre 1980 y 1998 al 4,5% entre 2001 y 2019. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la inflación en noviembre de 2024 fue del 1,51%, consolidando la estabilidad de precios. Además, la dolarización eliminó la incertidumbre cambiaria, facilitando la planificación de hogares y empresas, y promovió la atracción de inversiones extranjeras.
Otro logro significativo ha sido el crecimiento del comercio exterior. Entre enero y octubre de 2024, la balanza comercial alcanzó un superávit de $5.517 millones, según el Banco Central del Ecuador (BCE). Este crecimiento se debe al incremento en exportaciones petroleras y no petroleras, así como al ingreso de remesas, que sumaron $4.753 millones hasta el tercer trimestre de 2024.

Sin embargo, la dolarización no ha sido la panacea. Uno de los principales desafíos es el alto costo del riesgo país, que se ubicó en 1.088 puntos a inicios de 2025, lo que limita la atracción de inversión extranjera. Además, la dependencia de ingresos externos como remesas y exportaciones mantiene al sistema vulnerable ante shocks externos.
La informalidad laboral, que afecta a más del 50% de la población, y la apreciación del dólar, que encarece las exportaciones ecuatorianas, también limitan la competitividad del país frente a vecinos como Perú y Colombia.
Ecuador debe implementar reformas estructurales en los ámbitos fiscal, laboral y productivo para fortalecer su economía. Analistas coinciden en que diversificar las exportaciones, atraer inversiones y reducir la deuda externa serán cruciales para consolidar la dolarización en las próximas décadas.
A 25 años de la dolarización, ¿puede Ecuador superar sus desafíos estructurales para garantizar la sostenibilidad de su modelo económico? 💬
Fuente: prensa.ec

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