Con una inversión de USD 43 millones, el proyecto Chachimbiro busca transformar la matriz energética del país
Ecuador ha dado un paso crucial hacia la diversificación de su matriz energética. Gracias a un crédito de USD 43 millones otorgado por Japón, el país proyecta desarrollar la planta geotérmica Chachimbiro en Imbabura. Este proyecto representa una apuesta por energías renovables en un contexto de crisis eléctrica.
El proyecto geotérmico de Chachimbiro en la provincia de Imbabura ha captado la atención de actores internacionales, en especial Japón, que ha otorgado un crédito de USD 43 millones para su desarrollo. Este financiamiento, oficializado en Quito el 3 de octubre de 2024, fue suscrito entre la ministra de Relaciones Exteriores de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, y el embajador japonés, Keiichiro Morishita.
La importancia del proyecto radica en la necesidad urgente de Ecuador de diversificar su matriz energética. Actualmente, el país enfrenta cortes de luz de hasta 12 horas debido a la sequía que afecta las hidroeléctricas, una dependencia que el Gobierno busca reducir mediante la implementación de energías renovables no convencionales, como la geotermia. El proyecto de Chachimbiro, ubicado en la parroquia de Urcuquí, tiene una capacidad proyectada de 50 MW, con un potencial de ahorro estimado en USD 147.9 millones en los primeros diez años.
El ministro de Energía, Antonio Goncalves, destacó que esta planta geotérmica, además de contribuir a la independencia eléctrica del país, promueve el aprovechamiento de los recursos renovables. “El proyecto Chachimbiro es un claro ejemplo de cómo la tecnología y la sostenibilidad pueden ir de la mano. No solo impulsará la economía local, sino que también nos permitirá avanzar hacia un Ecuador más verde”, señaló Goncalves.
Por su parte, el embajador Morishita expresó la expectativa de que este proyecto contribuya al desarrollo sostenible de Ecuador y a la mitigación del cambio climático, objetivos alineados con las metas globales de reducción de emisiones de carbono. Este esfuerzo bilateral refleja una colaboración estrecha entre ambas naciones en temas energéticos y ambientales.
Además, el Plan Maestro de Electricidad de Ecuador estima que el potencial geotérmico en el país es significativo. Proyectos adicionales como Tufiño-Chiles-Cerro Negro, Chalupas y Chacana-Cachiyacu están en estudio, lo que confirma la viabilidad de la energía geotérmica como una fuente clave para el futuro energético de Ecuador.
Este préstamo japonés marca un hito para el país, posicionando a Ecuador en el camino hacia una mayor autonomía energética. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿será este proyecto el inicio de un cambio profundo y sostenible en la matriz energética del país?
Fuente: prensa.ec
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