República Dominicana atrae inversión extranjera con fuerza renovada

El país se consolida como un centro manufacturero clave impulsado por zonas francas y exportaciones.

República Dominicana se ha situado como un destino cada vez más atractivo para la inversión extranjera, especialmente en el sector manufacturero. Con la presencia de 92 zonas francas que albergan más de 850 empresas, el país está fortaleciendo su posición como un centro industrial clave en el Caribe y América Latina.

República Dominicana atrae inversión extranjera con fuerza renovada

La combinación de una ubicación estratégica, una fuerza laboral en crecimiento y una infraestructura que se adapta a las necesidades modernas ha permitido a República Dominicana atraer a empresas de todo el mundo. Bumba, una empresa de textiles, es un ejemplo destacado. Esta empresa comenzó operaciones hace diez años con un solo edificio y ahora cuenta con seis, produciendo una amplia variedad de productos que exporta principalmente a Estados Unidos.

“Comenzamos con pantalones, luego camisas. Ya tenemos aquí ocho artículos que fabricamos en República Dominicana”, explicó un representante de Bumba. La empresa utiliza una combinación de tecnología avanzada y técnicas manuales para producir prendas personalizadas, desde camisetas con diseños únicos hasta uniformes completos para equipos deportivos.

El éxito de Bumba refleja una tendencia más amplia en las zonas francas de República Dominicana. Más del 85% de la producción en estas áreas se exporta a Estados Unidos, abarcando desde productos de lujo como cigarros premium hasta componentes para la industria aeroespacial.

República Dominicana atrae inversión extranjera con fuerza renovada

El crecimiento no ha estado exento de desafíos. Formar un personal calificado es una de las principales prioridades para las empresas que operan en el país. “El auge también trae grandes desafíos. El principal, formar personal calificado que pueda cumplir con las demandas del nuevo modelo de producción”, señaló un ejecutivo de la industria.

Para abordar esta necesidad, empresas como Bumba han invertido en centros de capacitación e innovación. Programas como el de “talento joven” buscan formar a la próxima generación de trabajadores en áreas emergentes como inteligencia artificial, realidad aumentada y computación cuántica.

“Es un programa el cual se basó desde lo técnico hasta la parte de las habilidades blandas. Y esa diversidad y esa capacidad que nosotros hemos tenido, yo estoy seguro que va a llevar muy lejos”, agregó el ejecutivo.

La estrategia de República Dominicana no solo está creando empleos en el país, sino que también está beneficiando a los consumidores estadounidenses al reducir costos. Las zonas francas funcionan como ciudades industriales autosuficientes, cubriendo desde la producción hasta los servicios necesarios para su operación.

El modelo de desarrollo de República Dominicana representa un equilibrio entre la atracción de inversiones extranjeras y el fortalecimiento de su industria local. Mientras continúa expandiendo su capacidad productiva y diversificando sus exportaciones, el país también debe abordar el reto de formar una fuerza laboral cada vez más cualificada para sostener este crecimiento.

La historia de éxito de empresas como Bumba demuestra que, con inversión en tecnología, capacitación y una visión a largo plazo, República Dominicana puede consolidarse como un hub industrial clave en la región.

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