Desde sus primeros años, cuenta Darwin Enríquez, siempre sintió una conexión profunda con el arte, en el que solía perderse en el mundo de las manualidades. Esa pasión creció en su adolescencia, conduciéndolo a explorar diversas formas de expresión y así inició un viaje sin escalas: desde Valencia, en su Venezuela natal, pasó por distintos países de Latinoamérica, Bélgica y actualmente reside en el corazón de Manhattan, NYC, donde se destaca como uno de los artistas del tatuaje más reconocidos del mundo.

Hoy, su estudio Inknation es uno de los más visitados por celebridades y aficionados al tatoo. Tanto es así que el tiempo de espera a la hora de pedir turno, varía entre un par de semanas o extenderse a varios meses. “Esto se debe a la alta demanda y a la dedicación que cada artista invierte en su trabajo para asegurar la máxima calidad y satisfacción del cliente”, sostiene Darwin.
Todos los conocimientos adquiridos lo nutrieron para su estudio en 2021 junto a su colega peruano, Daniel Moreno, con el objetivo de reunir a los mejores artistas de cada país y dar a conocer el talento latino. Sus tatuadores provienen de Argentina, Venezuela, Perú, Colombia, México, Cuba y España.
El venezolano es conocido en la industria del tatuaje por sus diseños en realismo y por fusionar la tecnología con el arte, de la mano de la Inteligencia Artificial y la tecnología 3D en su sede neoyorquina. “Yo le di una visión al estudio moderno. No se puede seguir llevando de forma antigua o tradicional. Renté un penthouse en Manhattan, en una ubicación importante, donde la gente puede sentirse exclusiva“, asegura Enríquez.
Hoy, Inknation Studio se posiciona entre los estudios más prestigiosos de La Gran Manzana. Su facturación anual supera 1.500.000 de dólares. “Esta trayectoria ascendente es el resultado de un enfoque multifacético: no solo me apasiona el arte del tatuaje, sino que también soy un ferviente creyente en el poder del análisis de datos, desde monitorear nuestra posición orgánica hasta evaluar el incremento en las visitas y supervisar nuestras finanzas”, cuenta a Forbes.
Más allá de lo personal, el equipo de Inknation está compuesto por profesionales de primera línea. “Al combinar esta dedicación con un uso astuto del análisis de datos, hemos podido adaptarnos y evolucionar en un mercado en constante cambio, garantizando que cada tatuaje que creamos no sea solo una obra de arte, sino una experiencia que resuena con nuestros clientes”. La fórmula en definitiva es una mágica conjunción y “sinergia entre arte, análisis y un equipo apasionado”. En charla con Forbes, Darwin dio detalles de su trabajo y de cómo la tecnología sumó a su arte.
-Comenzaste como un integrante de un estudio de tatuaje y pasaste a ser artista tatuador. ¿Cómo fue esa transición?
-La transición ocurrió de una manera bastante orgánica y emocionante. Mientras diseñaba, noté que los clientes se sentían profundamente conectados con mi arte. La idea de llevar mis diseños del papel a la piel comenzó a cobrar sentido cuando ellos mismos me animaron a dar el paso. Sentían que, como yo había creado esos diseños, yo podría traducirlos mejor en su piel, manteniendo la esencia y la emoción del arte original. Ese voto de confianza fue un punto de inflexión para mí, y me llevó a asumir el rol de tatuador con un sentido renovado de propósito.
-Si hablamos de tu faceta como empresario, ¿qué podés destacar y aconsejar respecto a tu idea de fundar Inknation Studio, en 2021, en Manhattan?
-Cuando decidí fundar Inknation Studio, junto a mi colega Daniel Moreno, sabía que quería romper el molde tradicional de los estudios de tatuajes. En lugar de seguir el camino común, analicé meticulosamente lo que otros estudios estaban haciendo y luego, crucialmente, pensé en mi negocio, no solo como un estudio de tatuajes, sino como una corporación con equipos dedicados a diferentes áreas, como Marketing, Branding y Gestión. Mi afinidad con la tecnología jugó un papel fundamental, permitiéndome identificar y aprovechar oportunidades únicas para acelerar el crecimiento del negocio. Además, siempre he creído que el secreto de un negocio exitoso radica en su gente. Por eso, fue vital para mí contratar profesionales especializados, aquellos que son expertos en sus campos, para asegurar que cada aspecto de mi empresa estuviera en las mejores manos y que se sientan parte del negocio.
-Dijiste que diste una visión al estudio moderno. “No se puede seguir llevando de forma antigua o tradicional”. ¿A qué te referís?
-Cuando hablo de dar una ‘visión moderna’ al estudio, me refiero a una transformación completa de lo que la gente tradicionalmente espera de un estudio de tatuajes. En lugar de un ambiente cargado de decoraciones antiguas, Inknation tiene un diseño minimalista, con artes en 3D y pantallas digitales que reflejan mi pasión por la tecnología. Utilizo toda la tecnología a mi alcance, para llevar el arte del tatuaje a un nuevo nivel. Además, mi enfoque se extiende más allá de lo estético; la pandemia me enseñó la importancia de tener una sólida presencia en línea. Por eso, invertí en una plataforma digital fuerte para mi negocio, lo que nos permitió mantenernos conectados con nuestros clientes y atraer nuevos, independientemente de las restricciones físicas.
En cuanto a la ubicación, al principio, consideramos un espacio comercial tradicional en la calle, pero después de un análisis cuidadoso, optamos por algo más emblemático y distintivo. Elegimos un penthouse en Manhattan, un lugar amplio y confortable con una vista impresionante de Nueva York. Esto no solo eleva la experiencia del cliente sino que también se alinea con nuestra filosofía de ir más allá de lo convencional y de ofrecer un servicio y una experiencia única. En resumen, ‘moderno’ para mí significa romper con la tradición y abrazar la tecnología, tanto en el arte que creamos, cómo operamos y ubicamos nuestro negocio.
Fuente: Forbes Ecuador
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