Líderes de las naciones industrializadas se reúnen en Canadá para discutir sobre la escalada del conflicto entre Israel e Irán, la guerra en Ucrania, la resiliencia económica y el acceso a materiales críticos.
La cumbre anual del G7, que incluye a Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Reino Unido, está a punto de comenzar en Alberta, Canadá. El foco principal será abordar las crecientes preocupaciones de seguridad global, incluyendo la tensión entre Israel e Irán, la guerra en Ucrania, la resiliencia económica y el acceso a recursos críticos.

El primer ministro canadiense Mark Carney encabezará la cumbre, que también contará con la participación del presidente indio Narendra Modi, un gesto para mejorar las relaciones tras un período de tensión. Asimismo, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum y el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, quienes han tenido recientes intercambios tensos con EE.UU., así como el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, estarán presentes.
La agenda de Carney incluye fortalecer la paz internacional, impulsar la transición digital y fomentar asociaciones con la industria privada para incentivar la innovación. Canadá también busca posicionar la lucha contra los incendios forestales como un tema internacional prioritario, debido al inicio temprano e intenso de la temporada de incendios este verano.
La participación de EE.UU., representada por el presidente Donald Trump, será clave y, al mismo tiempo, incierta. Trump ha cuestionado anteriormente el valor de la acción colectiva en cumbres del G7 y ha mantenido posiciones confrontacionales. Su historial incluye la imposición de aranceles a miembros del G7 y comentarios críticos hacia Canadá, el país anfitrión.

Analistas sugieren que Trump podría utilizar la cumbre para impulsar soluciones rápidas al conflicto en el Medio Oriente, aunque su enfoque unilateral y menospreciativo del multilateralismo podría generar tensiones. Además, se espera que los aranceles impuestos por EE.UU. a otros países del G7 sean un tema sensible, aunque posiblemente no abordado públicamente para evitar conflictos.
El conflicto entre Israel e Irán y la guerra en Ucrania serán temas centrales. Líderes como la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen buscarán reforzar las sanciones contra Rusia por su invasión a Ucrania. También se abordarán temas económicos como la resiliencia frente a crisis y el acceso a materias primas.
Organizaciones como Oxfam han instado al G7 a revertir los recortes en la ayuda al desarrollo, mientras que Canadá intentará mantener el enfoque en la cooperación internacional pese a las posibles provocaciones de EE.UU.
La cumbre del G7 en Canadá enfrenta el desafío de mantener la unidad y la cooperación internacional en medio de tensiones políticas y posiciones divergentes. El éxito de la cumbre dependerá en gran medida de la habilidad de los líderes para navegar las provocaciones y enfocarse en temas comunes como la seguridad global y la estabilidad económica.
Comments are closed, but trackbacks and pingbacks are open.