Crowdstrike y el gran apagón informático: Un desafío para las monedas digitales

Un fallo de software que reaviva el debate sobre la seguridad de las CBDC y la dependencia del dinero en efectivo.

Crowdstrike y el gran apagón informático: Un desafío para las monedas digitales

El reciente apagón informático que afectó a más de 8,5 millones de dispositivos en todo el mundo ha puesto en jaque la confianza en la ciberseguridad y reabierto la discusión sobre las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). Crowdstrike, la empresa detrás del incidente, se enfrenta a un escrutinio técnico y público sin precedentes.

Crowdstrike, fundada en 2011, ha sido protagonista de un suceso que marcará su historia: un apagón informático global causado por una actualización defectuosa de software. Este incidente afectó a dispositivos que operan con Windows 10 en los servidores de Azure de Microsoft, impactando a más de 8,5 millones de usuarios. Entre los afectados se encuentran 300 de las compañías más grandes del mundo, según el director ejecutivo de Crowdstrike, George Kurtz.

El problema surgió de una actualización masiva que intentó leer una dirección de memoria inválida, provocando la temida “pantalla azul de la muerte” (BSOD). Este error, aunque no fue resultado de un ciberataque, demostró la vulnerabilidad de los sistemas centralizados y sus posibles consecuencias. En menos de 48 horas, Microsoft, junto con Google y Amazon, desarrolló una solución, pero el daño ya estaba hecho.

Crowdstrike y el gran apagón informático: Un desafío para las monedas digitales

Este evento no solo afectó operaciones comerciales, sino que también reavivó el debate sobre las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). La dependencia de sistemas centralizados y la posibilidad de errores catastróficos plantea serias dudas sobre la viabilidad de sustituir el dinero en efectivo por una moneda digital controlada por el estado.

Históricamente, el dinero físico ha sido un pilar de la economía y la libertad financiera. Desde su creación en el 640 a.C. hasta la emisión de papel moneda por bancos centrales en el siglo XVII, el efectivo ha proporcionado una seguridad que las monedas digitales aún no pueden garantizar. Las CBDC, aunque presentan beneficios en términos de control y trazabilidad, también implican riesgos significativos. Las cuentas pueden ser cerradas, los fondos pueden ser desactivados, y se podrían imponer restricciones de uso, afectando la privacidad y la libertad económica de los individuos.

El apagón de Crowdstrike ha demostrado que los sistemas digitales, aunque avanzados, no están exentos de fallos. Este incidente sirve como un recordatorio de la importancia del dinero en efectivo en tiempos de crisis. La legislación futura debe considerar la infraestructura de acceso y disponibilidad de efectivo como un componente estratégico crucial, especialmente ante amenazas de ciberataques, catástrofes naturales o conflictos bélicos.

La postura política también se ha visto afectada. El candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, se ha pronunciado en contra de las CBDC, argumentando que infringen las libertades personales y la privacidad financiera. Este incidente ha dado lugar a un renovado escepticismo sobre la seguridad y fiabilidad de las finanzas digitales centralizadas.

Con el Anteproyecto de Ley de Industria y Autonomía Estratégica en marcha, es crucial incluir medidas que aseguren el acceso al dinero efectivo. La reciente experiencia con Crowdstrike subraya la necesidad de proteger nuestra infraestructura financiera contra posibles fallos digitales. ¿Será este apagón un punto de inflexión para la adopción de las CBDC, o fortalecerá la defensa del efectivo como salvavidas económico?

Fuente: prensa.ec

Virtono

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