Contratos polémicos y falta de planificación agravaron el déficit energético
Ecuador atraviesa una grave crisis energética marcada por cortes de electricidad prolongados, irregularidades en contratos de compra de generadores y una gestión gubernamental ampliamente cuestionada. El asambleísta Lenin Barreto, por la zona norte de Manabí – RC5, denunció posibles actos de corrupción y falta de planificación, que han dejado al país en una situación de vulnerabilidad crítica.
Desde mediados de 2024, Ecuador experimentó una crisis energética sin precedentes. El déficit de generación hidroeléctrica, atribuido a una prolongada sequía, puso de manifiesto la falta de previsión en la planificación energética. A pesar de las advertencias de expertos desde 2023, el gobierno no implementó medidas para mitigar el impacto.
El asambleísta Lenin Barreto expuso graves irregularidades en los contratos de compra de generadores eléctricos. Según sus declaraciones, estos equipos no solo carecían de la garantía del fabricante, sino que tampoco cumplían con los estándares establecidos en los términos de referencia. Barreto afirmó que los generadores eran antiguos, algunos ensamblados hace más de nueve años, y que operaban con diésel en lugar del combustible especificado, HFO.
“Es una estafa al Estado ecuatoriano por 140 millones de dólares”, denunció Barreto, quien reveló que las empresas involucradas, como Progen y ATM, no estaban autorizadas para comercializar los equipos adquiridos. Además, señaló que los generadores requerían adaptaciones costosas para operar bajo las condiciones contratadas.
Barreto destacó que la empresa Progen obtuvo acceso al mercado ecuatoriano tras una visita de funcionarios del Ministerio de Energía a sus instalaciones en Florida, en junio de 2024. Sin embargo, los contratos resultaron en incumplimientos graves, como retrasos en las fechas de entrega y deficiencias técnicas. Según el asambleísta, estas irregularidades reflejan una posible colusión entre funcionarios públicos y empresas privadas.
El contrato estipulaba la instalación de generadores en Salitral y Esmeraldas en plazos improbables: 90 y 120 días. “Es imposible cumplir esos tiempos en instalaciones de esta magnitud. Esto demuestra la falta de seriedad y conocimiento técnico”, afirmó Barreto.
La crisis energética afectó gravemente a la población, especialmente en zonas costeras donde las temperaturas extremas agravaron las condiciones de vida. Negocios pequeños, hogares y servicios básicos sufrieron las consecuencias de los apagones, generando un clima de frustración y desesperanza.
Además, Barreto señaló que la falta de mantenimiento al parque termoeléctrico nacional y la ausencia de un plan de ahorro energético empeoraron la situación. A pesar de acuerdos temporales para importar energía de Colombia, las soluciones a largo plazo parecen inalcanzables.
Barreto expresó su desconfianza hacia las instituciones encargadas de supervisar estos contratos. Afirmó que la Contraloría General del Estado y la Fiscalía han sido ineficientes en investigar las denuncias presentadas. “Estas instituciones no han mostrado interés en buscar culpables ni en proteger los recursos públicos”, señaló.
Con la llegada de la temporada invernal, las lluvias han contribuido a reducir la duración de los apagones, al incrementar los caudales que alimentan las centrales hidroeléctricas. Sin embargo, esta solución es temporal.
Barreto instó al gobierno a tomar medidas urgentes, como agilizar la instalación de generación térmica y realizar un mantenimiento exhaustivo del parque termoeléctrico. “Sin acciones concretas, el país seguirá en la oscuridad, tanto literal como figurativamente”, concluyó.
Fuente: PORTADAS | prensa.ec
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