Laurent Freixe, vicepresidente ejecutivo y CEO de Nestlé Latam, enfatiza que capacitar y desarrollar las capacidades de los jóvenes es fundamental para superar la crisis actual y lograr un crecimiento sostenible a largo plazo. En una entrevista exclusiva para Forbes, Freixe comparte su visión sobre la relevancia de promover la empleabilidad juvenil.
“Debemos capacitar, reciclar y mejorar las capacidades de nuestros jóvenes. Un país sin educación es un país sin futuro”, sentencia Freixe. Según él, la empleabilidad de los jóvenes es uno de los mayores desafíos globales que enfrentamos en la actualidad, tanto a nivel económico como social.
La crisis del empleo juvenil: una bomba de tiempo
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto devastador en el empleo juvenil a nivel global. En América Latina y el Caribe, la tasa de desocupación juvenil llegó a 23,8% a inicios de 2021, con cerca de 3 millones de jóvenes saliendo de la fuerza laboral, donde predomina la informalidad.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), esta crisis del empleo juvenil representa una “bomba de tiempo” que los países de la región deben desactivar con urgencia. Algunas cifras clave:
- En Perú (Lima Metropolitana), el 70% de los jóvenes perdieron su empleo durante la pandemia.
- En Colombia, la tasa de desempleo juvenil pasó de 16% a casi 30%.
- En México, más del 12% de los jóvenes empleados en el sector formal perdieron su trabajo.
Además del alto desempleo, la crisis ha agravado otros problemas estructurales, como la informalidad y la inactividad juvenil. Antes de la pandemia, 6 de cada 10 jóvenes en América Latina y el Caribe trabajaban en la informalidad, y 21% ni estudiaban ni trabajaban.
Barreras para la inserción laboral de los jóvenes
Según expertos, las causas de la inadecuada inserción laboral de los jóvenes en la región se pueden clasificar en varios aspectos:
- Aspectos regulatorios: Políticas como incrementos en el salario mínimo muy por encima de la productividad, que desfavorecen desproporcionadamente a los jóvenes.
- Acceso a información: Problemas de acceso y disponibilidad de información que llevan a usar la edad como indicador de productividad.
- Desconexión educación-empleo: Desajuste entre las competencias que demanda el mercado laboral y las que ofrecen los sistemas educativos.
- Falta de experiencia: Los jóvenes enfrentan dificultades para conseguir empleos que les permitan adquirir la experiencia laboral requerida.
Estas barreras estructurales, sumadas al impacto de la pandemia, amenazan con generar efectos profundos y de largo plazo en la trayectoria laboral de los jóvenes.
La solución: capacitar y desarrollar a los jóvenes
Para Laurent Freixe, de Nestlé, la única forma de desactivar esta “bomba de tiempo” es a través de la capacitación y el desarrollo de competencias de los jóvenes. Él enfatiza:
“Debemos capacitar, reciclar y mejorar las capacidades de nuestros jóvenes. Un país sin educación es un país sin futuro”.
Freixe resalta que los jóvenes son el futuro de nuestras sociedades y deben ser parte integral de las soluciones. Ellos tienen un rol clave que desempeñar en la transición hacia un desarrollo sostenible, tanto como emprendedores, consumidores y líderes.
Según Freixe, las empresas y los gobiernos deben unir esfuerzos para brindar a los jóvenes mejores oportunidades de empleo y capacitación. Esto les permitirá adquirir las habilidades necesarias para adaptarse a los cambios tecnológicos y liderar la construcción de un futuro sostenible.
Llamado a la acción
La crisis del empleo juvenil representa un desafío urgente que requiere una respuesta integral y coordinada a nivel regional. Tal como señala Freixe, capacitar y desarrollar a los jóvenes es la única salida para superar esta crisis y encaminar a nuestras sociedades hacia un crecimiento sostenible a largo plazo.
Los países de América Latina y el Caribe deben implementar estrategias específicas destinadas a mejorar el empleo juvenil, combinando políticas que aumenten la oferta de empleos, estimulen la contratación de jóvenes, apoyen a las empresas y emprendedores, y fortalezcan los sistemas educativos.
Solo así podremos evitar que la pandemia deje una “generación del confinamiento” marcada por el desempleo, la informalidad y la falta de oportunidades. El futuro de nuestras sociedades depende de que logremos brindar a los jóvenes las herramientas y el apoyo que necesitan para prosperar.
Fuente: Prensa.ec
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