Líderes empresariales cuestionan las medidas gubernamentales y proponen un comité de crisis permanente para enfrentar los apagones industriales.
El Comité Empresarial Ecuatoriano ha manifestado su profunda preocupación por la crisis energética que enfrenta el país por los recientes apagones industriales. Durante una rueda de prensa, líderes de varios sectores económicos criticaron la falta de información clara y oportuna por parte del gobierno y propusieron la creación de un comité de crisis permanente. Esta medida busca minimizar los impactos negativos en la economía nacional y evitar decisiones unilaterales que agraven la situación.
La crisis energética que atraviesa Ecuador ha puesto en jaque a sectores clave de la economía formal, generando una creciente preocupación en el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE). La presidenta del CEE, María-Paz Jervis, denunció que los apagones prolongados y las decisiones gubernamentales, como la suspensión de actividades industriales por 10 horas diarias durante 15 días, afectan gravemente a la producción, el empleo y el comercio. Jervis señaló que el origen del problema es el monopolio estatal de la generación eléctrica, establecido en la Constitución de Montecristi, un modelo que, según ella, ha mostrado sus debilidades.
Jervis resaltó la urgencia de un diálogo transparente entre el gobierno y el sector empresarial. “Es necesario que se suspendan medidas tan extremas como los apagones industriales y que se conforme un comité de crisis permanente”, enfatizó, destacando que la falta de coordinación ha llevado a decisiones que el sector productivo solo se entera a través de redes sociales.
Francisco Jarrín, presidente de la Federación Nacional de Cámaras de Industrias del Ecuador, argumentó que el sector industrial representa el 26% del consumo energético, pero ha sido afectado en su totalidad. Según Jarrín, esta medida no solo pone en riesgo la producción, sino que también amenaza la cadena productiva en su conjunto. “La industria láctea, por ejemplo, no podrá recolectar ni procesar leche, lo que afectará la distribución en supermercados y la colación escolar de más de dos millones de niños”, advirtió.
El Comité Empresarial enfatizó que decisiones como esta deben basarse en un proceso de coordinación y no en imposiciones. Jarrín hizo un llamado a pasar “de la imposición a la coordinación”, subrayando que el trabajo conjunto entre sector público y privado, como se hizo en el proceso de vacunación contra el COVID-19, es el camino para enfrentar crisis de esta magnitud.
Miguel Ángel González, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, reiteró que paralizar la industria es golpear al comercio, el consumo y, en última instancia, al empleo. “No podemos cargar todo el peso de la crisis energética a un solo sector”, sentenció. La preocupación de los empresarios va más allá de los efectos inmediatos en la producción; también alertan sobre la posible escasez de productos básicos si la situación se prolonga.
González exigió previsibilidad y un manejo transparente de la crisis para que el sector productivo pueda planificar y sostener el empleo. Además, señaló que la crisis energética, al no estar gestionada de manera coordinada, corre el riesgo de prolongarse, impactando aún más a la economía nacional.
El Comité Empresarial Ecuatoriano, además de solicitar la suspensión inmediata de los apagones industriales, propuso la creación de un comité de crisis permanente, integrado por autoridades, empresarios y otros actores afectados. Esta instancia buscaría soluciones estructurales a largo plazo para evitar que el país vuelva a enfrentar una crisis energética de tal magnitud. Felipe Rivadeneira, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores, afirmó que solo mediante un trabajo conjunto y técnico entre el sector público y privado se podrá salir adelante.
“Necesitamos planificación y transparencia”, agregó Rivadeneira, quien también advirtió que los constantes anuncios erróneos sobre los cortes de energía están causando una mayor confusión y descoordinación. La incertidumbre, según los empresarios, está afectando las exportaciones, el empleo y la disponibilidad de bienes esenciales.
El Comité Empresarial Ecuatoriano ha dejado claro que la única salida a esta crisis es la cooperación entre los distintos actores, con medidas a corto, mediano y largo plazo que mitiguen los efectos de la crisis energética actual y prevengan futuras emergencias. ¿Está el gobierno dispuesto a escuchar y coordinar con el sector privado para salvar la economía del país?
Fuente: prensa.ec
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