
El presidente Gustavo Petro firmó la adhesión de Colombia a la Franja y Ruta de la Seda, el multimillonario programa chino de infraestructura global. “Esta iniciativa cambiará la historia de nuestras relaciones”, declaró Petro, destacando la igualdad y libertad en el acuerdo. China, por su parte, ofreció $9,200 millones en créditos para América Latina. La decisión podría tensionar relaciones con EE.UU., principal aliado de Bogotá. ¿Logrará Petro equilibrar esta alianza con los intereses occidentales?
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