El 27 de marzo de 1977, Tenerife fue testigo del peor desastre en la historia de la aviación cuando dos aviones Boeing 747 chocaron en la pista de despegue del aeropuerto Los Rodeos, dejando un saldo devastador de 583 vidas perdidas. Este trágico incidente sigue siendo un recordatorio vívido de los peligros inherentes en la aviación y ha dejado un impacto indeleble en la industria aeronáutica.
El fatídico evento ocurrió cuando el vuelo 4805 de KLM y el vuelo 1736 de Pan Am, ambos con destino a Las Palmas de Gran Canaria, fueron desviados al aeropuerto de Los Rodeos debido a una amenaza de bomba en el aeropuerto original. En un desafortunado giro de los acontecimientos, ambos aviones colisionaron en la pista de despegue, resultando en una explosión catastrófica que acabó con la vida de todos a bordo.
El avión de KLM, que intentaba despegar mientras el de Pan Am aún estaba en la pista, realizó una maniobra errónea, chocando frontalmente con el otro avión y desencadenando una serie de explosiones e incendios que consumieron ambas aeronaves. Este accidente dejó una cicatriz imborrable en la historia de la aviación y llevó a importantes cambios en los protocolos de seguridad y procedimientos de vuelo.
A pesar de haber transcurrido más de cuatro décadas desde el desastre, el accidente de Los Rodeos sigue siendo objeto de estudio y reflexión en la comunidad aeronáutica, sirviendo como un recordatorio constante de la importancia de la vigilancia y la precaución en la aviación comercial.
- El accidente de Los Rodeos se cobró la vida de 583 personas y sigue siendo el más mortífero en la historia de la aviación.
- Tenerife, la isla donde ocurrió la tragedia, es la más grande y poblada del archipiélago canario, con una rica historia y una próspera comunidad.
- A pesar del paso del tiempo, el legado del accidente de Los Rodeos sigue siendo una lección crucial en la seguridad aérea y la prevención de tragedias similares.
Fuente: Prensa.ec
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