El módulo de aterrizaje robótico estadounidense Athena ha tocado la superficie lunar, aunque se desconoce si el aterrizaje fue completamente exitoso. Su misión: buscar hielo y recursos para futuras misiones humanas.
El módulo de aterrizaje robótico Athena, equipado con tecnología de vanguardia, ha llegado a la Luna en una misión clave para la exploración espacial. Aunque el éxito total del aterrizaje aún no se ha confirmado, la nave ya ha comenzado a operar en la superficie lunar, buscando recursos como hielo y oxígeno que podrían ser vitales para futuras misiones humanas.

El módulo de aterrizaje Athena, nombrado en honor a la diosa griega de la sabiduría, ha tocado la superficie lunar en una región cercana al Polo Sur de la Luna, a unos 160 kilómetros de distancia. Este hito marca un avance significativo en la exploración espacial, aunque los controladores de la misión aún no han confirmado si el aterrizaje fue completamente exitoso.
Según Keith Cowing, editor de NASAwatch.com, la comunicación con Athena ha sido “escueta” debido a la ubicación del aterrizaje en el Polo Sur lunar. “El problema es que las ondas de radio pueden rebotar en las montañas y cráteres, lo que dificulta la comunicación”, explicó Cowing. Además, las antenas de la nave podrían no estar perfectamente alineadas con la Tierra, lo que ha generado cierta incertidumbre sobre su estado exacto.
Sin embargo, Cowing aseguró que la misión está “muy por encima del 90% de éxito”. “La nave está viva, no se estrelló ni explotó. Solo estamos esperando confirmar si aterrizó perfectamente para realizar todas sus tareas”, añadió.
Athena no es una misión ordinaria. Equipada con un taladro, un robot saltarín (hopper) y un rover, la nave tiene como objetivo principal explorar el terreno lunar y detectar recursos como hielo y oxígeno en el suelo lunar. Estos recursos podrían ser extraídos y utilizados por futuros exploradores para producir combustible o aire respirable, lo que reduciría significativamente los costos y riesgos de las misiones humanas.

“Este es un vehículo espacial fascinante”, dijo Cowing. “Una vez que confirmemos que está funcionando correctamente, desplegará un robot saltarín que aterrizará dentro de un cráter oscuro, algo que nunca se ha hecho antes. Además, el rover explorará la superficie, lo que no es fácil de hacer en la Luna”.
Uno de los aspectos más destacados de la misión es la incorporación de tecnología terrestre en el espacio. Athena lleva consigo hardware de Nokia para utilizar tecnología 6G, similar a la de los teléfonos móviles en la Tierra. Esto, combinado con el uso de GPS demostrado recientemente por otro módulo de aterrizaje, sugiere que la Luna podría tener pronto cobertura de comunicaciones avanzadas.
“Ahora tenemos GPS y tecnología celular en la Luna. Lo único que falta es enviar personas para usarla”, comentó Cowing con entusiasmo.
El Polo Sur de la Luna es una región de gran interés científico debido a la presencia de áreas permanentemente oscuras, donde se cree que el hielo y otros gases podrían haberse acumulado durante millones de años. “Sabemos que hay algo allí, pero necesitamos confirmar si es un poco de agua o una gran cantidad”, explicó Cowing.
Este hielo no solo sería crucial para la supervivencia de los astronautas, sino también para la producción de combustible, lo que facilitaría misiones más largas y complejas.
La misión Athena es parte de un programa más amplio de la NASA llamado Commercial Lunar Payload Services (CLPS), que busca acelerar la exploración lunar al asociarse con empresas privadas. “La NASA decidió asumir más riesgos para obtener respuestas más rápidas”, explicó Cowing. “Si una misión falla, todavía tenemos otras en marcha”.
Este enfoque ha permitido a la NASA reducir costos y aumentar la frecuencia de las misiones, aunque con un mayor margen de error. “Es como poner los huevos en varias canastas”, añadió Cowing.
El aterrizaje de Athena representa un paso crucial en la preparación para futuras misiones humanas a la Luna. La capacidad de extraer recursos como agua y oxígeno directamente de la superficie lunar podría revolucionar la exploración espacial, haciendo que las misiones sean más sostenibles y económicas.
El éxito de Athena podría marcar el inicio de una nueva era en la exploración lunar, donde los recursos locales se conviertan en la clave para misiones humanas más ambiciosas. Sin embargo, la pregunta clave sigue en el aire: ¿Podrá Athena confirmar la presencia de hielo y otros recursos, allanando el camino para la colonización humana de la Luna?
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