Innovadora tecnología podría posicionar al país como segundo productor mundial de cobalto
Chile se encuentra ante una oportunidad sin precedentes de transformar su panorama minero y energético con el aprovechamiento de su cobalto, también conocido como “oro azul”. Con reservas significativas en relaves mineros y nuevas técnicas de biominería, Chile podría convertirse en el segundo productor mundial de este metal crítico para la transición energética y la tecnología moderna.
El cobalto, elemento químico con símbolo Co y número atómico 27, ha despertado un interés creciente debido a su indispensable rol en la producción de baterías de ion litio, esenciales para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos. Su capacidad para prolongar la duración de las baterías, reducir su tamaño y evitar el sobrecalentamiento, lo convierte en un componente crucial en la tecnología de almacenamiento de energía.
Chile posee grandes reservas de cobalto en sus relaves mineros, lo que lo coloca en una posición estratégica para captar una parte importante del mercado global. Según un estudio de la Universidad de Chile, el país podría producir hasta 15,000 toneladas anuales de cobalto a partir de estos relaves, superando a Indonesia y posicionándose como el segundo mayor productor mundial. Esta proyección fue respaldada por la directora del Centro de Biotecnología de Sistemas de la Universidad Andrés Bello (CSB UNAB), Pilar Parada, quien destacó la viabilidad de esta iniciativa en un proyecto financiado por Corfo y Sernageomin.
El cobalto no solo es vital para la industria automotriz y la electrónica, sino que también juega un papel crucial en la salud, mediante su isótopo radiactivo Co-60, utilizado en la radioterapia para tratar cánceres. Además, el cobalto es esencial para la producción de aleaciones resistentes al desgaste y a la corrosión, fundamentales en la maquinaria industrial.
A nivel mundial, la República Democrática del Congo lidera la producción con 145,000 toneladas métricas en 2022, según el Cobalt Institute. Chile, con su rica base de relaves y nuevas técnicas de extracción, podría no solo duplicar su producción, sino hacerlo de manera más limpia y económica. El proyecto de biominería, que utiliza microorganismos para extraer cobalto, se presenta como una solución sostenible, reduciendo la dependencia de métodos tradicionales y minimizando el impacto ambiental.
El método de biolixiviación, que emplea bacterias para solubilizar minerales como la pirita, asociada con el cobalto en los relaves, no solo facilita la extracción del metal, sino que también reduce la contaminación del suelo y las aguas subterráneas. Esto se alinea con los objetivos de sostenibilidad y economía circular, promoviendo el uso eficiente de los desechos mineros y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
El proyecto, apoyado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), también busca crear empleo y desarrollo en las regiones de Atacama y Coquimbo, áreas con gran potencial de reservas de cobalto. La directora del proyecto, Pilar Parada, subrayó la oportunidad de diversificar la economía chilena, atraer inversión extranjera y fomentar tecnologías limpias, contribuyendo al desarrollo social y económico de las comunidades locales.
Con una proyección de aumento en la demanda global de cobalto del 207% para 2050, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), Chile se encuentra en una posición única para capitalizar esta demanda creciente. La producción estimada de 15,000 toneladas anuales de cobalto, combinada con la explotación de yacimientos primarios, podría elevar la producción total del país a 25,000 toneladas al año, generando ingresos significativos y fortaleciendo la economía nacional.
Fuente: prensa.ec
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