La medida enfrenta críticas por posibles efectos colaterales en la salud mental y la privacidad infantil.
El Senado australiano aprobó este 28 de noviembre una ley histórica que prohíbe el uso de redes sociales para menores de 16 años, marcando un precedente mundial. La normativa impone multas millonarias a las plataformas que no cumplan, pero preocupa a expertos en salud mental y derechos digitales.
Australia se posicionó como pionera en la regulación digital al aprobar una ley que prohíbe el acceso de menores de 16 años a redes sociales como TikTok, Facebook e Instagram. Con 34 votos a favor y 19 en contra en el Senado, la normativa recibió respaldo mayoritario tras su aprobación previa en la Cámara de Representantes, donde obtuvo 102 votos a favor y solo 13 en contra.
La legislación contempla multas de hasta 32,5 millones de dólares para las plataformas que permitan a menores acceder sin control. Según el cronograma, en enero de 2025 se iniciará una prueba para implementar las medidas, con la expectativa de que entren en vigor en un año. Sin embargo, las empresas tecnológicas solicitaron aplazar el debate hasta 2025, argumentando falta de preparación para su aplicación inmediata.
Las enmiendas al proyecto buscan equilibrar la seguridad con la protección de la privacidad. Las plataformas no podrán exigir documentos oficiales, como pasaportes o licencias de conducir, para verificar la edad. Esta disposición intenta mitigar el riesgo de exposición de datos sensibles, un tema delicado para las organizaciones de derechos digitales.
A pesar del apoyo político, la medida ha generado controversia. El senador David Shoebridge, del partido Los Verdes, advirtió que la prohibición podría aislar a jóvenes vulnerables, especialmente en comunidades rurales y la comunidad LGBTQ+, quienes dependen de las redes para apoyo emocional. Las plataformas también alertaron sobre la posibilidad de que los jóvenes migren hacia redes clandestinas, complicando aún más la supervisión.
La activista Sonya Ryan, cuya hija fue víctima de un crimen facilitado por redes sociales, celebró la medida como un avance crucial en la protección infantil. Por su parte, Wayne Holdsworth, padre de un adolescente que se quitó la vida tras una extorsión en línea, expresó su orgullo por la decisión, considerándola un acto necesario frente al aumento de casos de abuso y explotación digital.
Este contexto australiano coincide con debates similares en Brasil y Colombia, donde se discute la regulación del acceso infantil a las redes. Brasil analiza sancionar a plataformas por no eliminar contenido ofensivo, mientras Colombia plantea restringir el acceso a menores de 14 años para proteger su salud mental.
El impacto global de la ley australiana será observado de cerca, ya que podría influir en futuras normativas en otros países, abriendo el debate sobre cómo equilibrar la libertad digital con la seguridad infantil. ¿Cómo afectará esta prohibición el acceso de los menores a entornos digitales seguros y controlados?
Fuente: prensa.ec
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