La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), a través de su Coordinación Zonal 9, clausuró una planta procesadora de pollos ubicada al sur de Quito.
El establecimiento, que no contaba con permiso de funcionamiento de Arcsa, también era utilizado para realizar actividades de mecánica. El lugar mantenía deficientes condiciones higiénico-sanitarias, conservaba el pollo a temperatura ambiente, había presencia de perros dentro del área de producción, falta de registros de limpieza y plagas (moscas) en todo el espacio debido a la acumulación de agua con sangre.
Con estas evidencias y al representar un potencial riesgo a la salud de la población, como medida preventiva se procedió a la clausura del establecimiento para dar inicio al proceso sanitario que corresponde.
Los establecimientos que incumplen la Ley Orgánica de Salud son sancionados con multas de hasta diez salarios, clausura temporal o definitiva.
Fuente: Ana Karina Játiva / ARCSA