La OMS declara emergencia sanitaria internacional ante el avance de una cepa más letal de la viruela del mono

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado a la viruela del mono como una emergencia sanitaria internacional. Esta decisión se basa en la aparición de una variante más agresiva y mortal, lo que ha encendido alarmas en todo el mundo. ¿Qué implicaciones tiene este brote para la salud global?
En un contexto donde las emergencias sanitarias parecen no dar tregua, la viruela del mono ha vuelto a ser el foco de preocupación mundial. La OMS, en una medida sin precedentes, ha declarado la enfermedad como una emergencia sanitaria internacional debido al surgimiento de una nueva cepa más contagiosa y letal. Este virus, que alguna vez se consideró controlado, ha resurgido con una fuerza inesperada, dejando a los expertos y a la comunidad internacional en alerta máxima.
La cepa actual, denominada “Mpox”, ha mostrado una tasa de mortalidad significativamente más alta que las variantes anteriores. Según los últimos datos de la OMS, esta variante presenta una mortalidad del 3%, en comparación con el 0,3% registrado en el brote de 2022-2023. Este aumento ha generado preocupación, especialmente en África, donde la propagación ha sido más intensa, afectando a 12 países y causando 517 muertes hasta la fecha.
La propagación del virus no se ha limitado a África. Suecia y Pakistán han confirmado casos de esta variante letal, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a tomar medidas más estrictas para contener su avance. En lo que va de 2024, se han reportado 17.541 casos a nivel mundial, lo que refuerza la gravedad de la situación.

Los expertos han identificado a los grupos de mayor riesgo ante esta nueva variante. Las personas inmunocomprometidas, incluidos aquellos con VIH o cáncer, así como niños y mujeres embarazadas, son particularmente vulnerables. Esta identificación es crucial para orientar los esfuerzos de prevención y tratamiento.
En cuanto al tratamiento, la Agencia Europea de Medicamentos ha aprobado el uso del antiviral tecovirimat, que ha demostrado ser efectivo para reducir la gravedad de los síntomas en los pacientes afectados. Sin embargo, la disponibilidad de este tratamiento es limitada, lo que subraya la necesidad de una gestión estratégica de los recursos.
La pregunta sobre la necesidad de una vacunación masiva ha surgido en medio de esta crisis. No obstante, la OMS ha aclarado que, por el momento, no considera necesario implementar una campaña de inmunización a gran escala, como se hizo con el COVID-19. Las vacunas, según el organismo, deben ser destinadas a aquellos que han estado en contacto con personas infectadas o que pertenecen a grupos de alto riesgo. Además, la limitada disponibilidad de vacunas refuerza esta estrategia selectiva.
Un aspecto aún incierto es la posibilidad de reinfección. Aunque no se han reportado casos de reinfección, la OMS no descarta esta posibilidad y ha recomendado que quienes ya han contraído la viruela del mono sigan estrictamente los protocolos sanitarios. Esta precaución es esencial, dado que aún no se sabe si la inmunidad generada por una infección anterior es duradera.
En América Latina, el impacto de la viruela del mono también es significativo. Estados Unidos encabeza la lista de países con más casos, seguido de Brasil, España y Francia. Colombia, aunque no ha registrado muertes por esta nueva cepa, sigue siendo el segundo país de la región con más contagios, después de Brasil.
El Gobierno colombiano, siguiendo las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha decidido no iniciar una vacunación masiva, pero mantiene un monitoreo constante del virus. Hasta la fecha, Bogotá es la ciudad más afectada, con 2.031 casos confirmados, seguida por Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga.
A medida que la situación evoluciona, es fundamental que las autoridades sanitarias y la población en general no bajen la guardia. La declaración de emergencia sanitaria internacional por parte de la OMS es un llamado a la acción global. ¿Estamos preparados para enfrentar este nuevo desafío?
Fuente: prensa.ec
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