Con 16 candidatos en contienda, el actual presidente Daniel Noboa y la líder de izquierda Luisa González se posicionan como favoritos en una elección marcada por la seguridad, el empleo y la corrupción.
Con el silencio electoral, se cerriera una campaña presidencial intensa y polarizada. Con 13.7 millones de ecuatorianos habilitados para votar, Daniel Noboa y Luisa González lideran las encuestas en una contienda que podría definirse en segunda vuelta. La seguridad, el empleo y la corrupción dominan el debate, mientras el país espera ansioso los resultados de este domingo.

El domingo 9 de febrero, Ecuador se prepara para vivir una jornada electoral histórica. Con 16 candidatos compitiendo por la presidencia, el país enfrenta una elección marcada por la polarización y los desafíos urgentes de seguridad, empleo y corrupción. Dos nombres resuenan con más fuerza: Daniel Noboa, el actual presidente, y Luisa González, líder del movimiento Revolución Ciudadana.
Daniel Noboa, quien asumió la presidencia en 2023 tras una elección anticipada, ha centrado su campaña en dos ejes principales: seguridad y empleo. “El Ecuador tiene un problema de empleo. Es un problema de competitividad”, ha repetido en sus actos públicos. Durante el mes de campaña, Noboa visitó 32 ciudades y participó en 64 eventos, concentrando gran parte de sus esfuerzos en Guayaquil y Quito, donde se encuentra el mayor número de votantes.
Su estrategia en redes sociales ha sido clave para conectar con los jóvenes y los votantes urbanos. Noboa ha prometido fortalecer las fuerzas de seguridad y generar oportunidades laborales a través de políticas que impulsen la inversión privada y la innovación tecnológica. Sin embargo, su gestión actual ha sido criticada por no haber logrado avances significativos en la reducción de la violencia y el desempleo.
Por otro lado, Luisa González, candidata del movimiento Revolución Ciudadana, ha basado su campaña en la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones. “Combatiremos este problema en tres frentes: instituciones fuertes, coordinación entre las funciones del Estado y tecnología”, ha declarado en múltiples ocasiones.

González, quien cuenta con el respaldo del expresidente Rafael Correa, ha sido criticada por los vínculos de su partido con casos de corrupción. Sin embargo, su mensaje de justicia social y su promesa de mejorar los servicios públicos han resonado entre los sectores más vulnerables del país.
Las elecciones de 2025 reflejan la profunda polarización que vive Ecuador. Por un lado, Noboa representa la continuidad de un gobierno que busca estabilizar la economía y mejorar la seguridad. Por el otro, González encarna el retorno de un proyecto político que promete redistribución de la riqueza y mayor inversión en educación y salud.
Esta polarización no es nueva. En 2023, Noboa y González ya compitieron en una elección anticipada, donde el primero se impuso por un margen estrecho. Ahora, casi un año y medio después, ambos candidatos se enfrentan nuevamente en una contienda que podría definirse en segunda vuelta si ninguno alcanza el 50% de los votos.
Además de Noboa y González, otros 14 candidatos buscan llegar a Carondelet. Entre ellos destacan Andrea González, quien fue candidata a vicepresidenta junto al asesinado Fernando Villavicencio; Leonidas Iza, líder indígena y presidente de la CONAIE; y el general retirado Víctor Arauz, quien ha centrado su campaña en la seguridad ciudadana.
Los temas que dominan el debate electoral son claros:
- Seguridad: Ecuador enfrenta una ola de violencia sin precedentes, con tasas récord de homicidios y delincuencia organizada.
- Empleo: El desempleo y la informalidad laboral afectan a millones de ecuatorianos, especialmente a los jóvenes.
- Corrupción: Los escándalos de corrupción han erosionado la confianza en las instituciones y son un tema recurrente en las propuestas de los candidatos.
Mientras Ecuador se prepara para elegir a su próximo presidente, la pregunta que queda en el aire es: ¿podrá el país superar la polarización y encontrar un camino hacia la estabilidad y el progreso? Con Noboa y González como favoritos, la elección de 2025 no solo definirá el futuro del país, sino también su capacidad para enfrentar los desafíos que lo aquejan.






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